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Redes criminales toman el control en la frontera de Perú con Ecuador

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El contrabando y la corrupción policial en Piura y Tumbes permiten el libre tránsito de productos ilegales como combustible, cigarrillos adulterados, medicinas, armas y oro ilícito.

En medio de la creciente crisis de inseguridad que enfrenta el país, la frontera entre Perú y Ecuador se ha convertido en un territorio sin ley, donde el contrabando y la corrupción avanzan con total impunidad. Un reciente reportaje de Cuarto Poder reveló esta alarmante situación y mostró cómo el silencio de algunos agentes de la Policía Nacional del Perú se compra por apenas 40 soles.

“Pasadores”, policías y migrantes operan sin impedimentos en diversos puntos de la frontera. En el puente internacional de Macará, uno de los accesos oficiales a Ecuador desde Piura, el comercio ilegal fluye sin control: nadie solicita registros ni verifica identidades. A su retorno, vehículos ingresan a territorio peruano sin fiscalización, y ningún agente supervisa el paso de mercancías o personas.

A 89 kilómetros, en el puente sobre el río Alamor, la situación es similar. Sunat, Migraciones y el Ejército están ausentes, y cuando hay patrullas de la Policía Nacional, estas no intervienen. “Esto está peor que hace años”, comenta un pasador captado por cámara oculta. “Antes revisaban. Ahora ya no”, agrega, mientras organiza el cruce de medicinas sin control sanitario, gasolina y cigarrillos ilegales de la marca Golden Beach.

Las coimas varían según el tipo de carga: 5 soles por medicinas, 20 por bultos pequeños y hasta 40 por bidones de gasolina. En una de las imágenes captadas por Cuarto Poder, un pasador entrega 40 soles a un policía dentro de su patrullero, a plena luz del día, para cruzar combustible de Ecuador hacia Perú. El oficial acepta sin cuestionamientos.

“Todos los que están ahí tienen convenio. Si no pagas, no pasas. Pero si pagas, te ayudan a pasar”, afirma otro pasador. La corrupción está tan normalizada que los mismos efectivos asesoran cómo ocultar la mercancía para evitar problemas en el trayecto.

En Tumbes, la situación es aún más crítica. El comercio informal opera con total libertad, respaldado por la inacción de las autoridades. Balones de gas, gasolina, cigarrillos adulterados, minerales y migrantes cruzan diariamente por el canal de Zarumilla ante la vista de policías que solo observan.

Estas rutas no solo son utilizadas por personas que buscan ingresos, sino que también son aprovechadas por redes criminales y tratantes de personas, alertó el ex ministro del Interior Rubén Vargas.

“Nuestras fronteras son territorios liberados por estas estructuras criminales, que han convertido el libre tránsito en una herramienta para garantizar sus economías ilegales: cocaína, oro ilícito, combustibles, cigarrillos falsificados, entre otros”, afirmó Vargas.

“Tenemos que aceptar que hemos perdido absolutamente el control de las fronteras con Bolivia, Ecuador, Colombia y Brasil. Quienes ponen las reglas de juego en las fronteras es el crimen organizado”, concluyó.