Es usual que, cuando se habla de cirrosis hepática, de inmediato se la relacione con el consumo de alcohol. Si bien esta es una de sus causas principales, el 40 % de los casos es consecuencia de la hepatitis crónica B o C, informó la doctora María Cecilia Cabrera Cabrejos, gastroenteróloga y hepatóloga del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen del Seguro Social de Salud (EsSalud).
“Ambas hepatitis son infecciones virales que atacan directamente al hígado y, en muchos casos, evolucionan sin síntomas aparentes. La hepatitis B y C causan una inflamación persistente del hígado que, con el tiempo, lo endurece y lo convierte en cirrótico”, sostuvo la especialista.
La doctora explicó que la diferencia entre estos dos virus radica principalmente en la forma de transmisión. La hepatitis B se contagia por sangre y también por relaciones sexuales, mientras que la hepatitis C se transmite sobre todo por contacto con sangre.
Una señal de alerta del impacto de esta enfermedad en la población es que un tercio de las consultas atendidas en la Unidad de Gastroenterología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen de EsSalud, durante el último trimestre, corresponde a pacientes con cirrosis hepática. “Hay un número preocupante que ya presenta carcinoma hepatocelular, el cáncer más grave asociado al hígado”, precisó.
Prevención
La doctora Cabrera señaló que las hepatitis virales afectan por igual a hombres y mujeres, adultos y niños. Por ello, el Seguro Social de Salud indicó que la prevención es clave, especialmente en los menores de edad de zonas del país con mayor prevalencia de hepatitis.
“En regiones como Abancay, Quillabamba o Huanta, la hepatitis B se adquiere en la infancia. Gracias a la vacunación infantil, la prevalencia se ha reducido drásticamente de un 40 % a menos del 5 %. La vacuna, disponible solo para la hepatitis B, es una herramienta poderosa de prevención”, anotó.
En el caso de la hepatitis C, la doctora recomendó tener cuidado con procedimientos que implican contacto con sangre. “Los procedimientos con agujas, tatuajes o piercings deben realizarse con estrictas medidas de higiene y bioseguridad”, refirió.
Tratamiento
En los últimos años, el hospital Almenara ha logrado importantes avances terapéuticos contra la hepatitis B y C; actualmente cuenta con tratamientos líderes a nivel nacional, completamente gratuitos para los asegurados de EsSalud.
La doctora Cabrera señaló que, si bien la hepatitis B no tiene cura, sí puede controlarse con antivirales de primera línea. En el caso de la hepatitis C, puede erradicarse con una pastilla diaria durante tres meses, tratamiento que tiene más del 95 % de efectividad.Finalmente, indicó que uno de los aspectos más peligrosos de estas enfermedades es que pueden pasar completamente desapercibidas.
“Las hepatitis B y C pueden no dar síntomas durante años. Eso no significa que el virus no esté dañando el hígado. Por ello, se recomienda hacerse el despistaje si se tiene algún factor de riesgo: contacto con sangre, procedimientos invasivos o relaciones sexuales de riesgo”, anotó.