La piloto Ashley Vargas Mendoza, de 24 años, fue rescatada 80 millas mar adentro tras días de intensa búsqueda. Familia confirma que está estable pero no puede hablar.
Ashley Vargas Mendoza, piloto de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), fue presuntamente encontrada con vida este viernes 23 de mayo tras desaparecer durante un vuelo de entrenamiento cerca de la isla Zárate, en Pisco. La joven de 24 años estaría a bordo de una lancha pesquera, 80 millas mar adentro, luego de que su avión, un KT-1P matrícula FAP 446, perdiera contacto el martes 20 de mayo durante una misión de navegación táctica. Su padre, Edgar Vargas, confirmó el hallazgo y solicitó apoyo para su traslado, mientras las autoridades se dirigen a la zona para evaluar su estado de salud.
Operativo de búsqueda sin tregua
Desde el martes, la Marina de Guerra, la Policía Nacional y la FAP desplegaron un operativo conjunto en la Reserva Nacional de Paracas. Restos de la aeronave aparecieron en un islote, lo que permitió enfocar las labores en el mar. Pescadores de la embarcación Virgen de la Puerta fueron quienes avistaron a la piloto y alertaron a la familia. «Ashley no puede hablar, pero está estable», explicó Pilar Mendoza, tía de la joven, en una entrevista.
La familia pide ayuda y agradece el apoyo
Pilar Mendoza relató que el rescate fue «un milagro» y pidió colaboración para acelerar el retorno de Ashley, cuyo traslado en lancha tomará 30 horas. «Hemos orado para que esto ocurriera. Todo se lo debemos a Dios y a las personas que se sumaron», dijo durante un programa. La familia recibió la noticia en la mañana, tras días de angustia y movilizaciones en redes sociales.
Investigación pendiente y próximos pasos
Las causas del accidente aún no se determinan. Mientras Vargas Mendoza es atendida, las autoridades continuarán la búsqueda de más restos del avión y analizarán los datos de vuelo. La FAP no ha emitido un comunicado oficial sobre su condición médica, pero se espera que en las próximas horas se brinden detalles.
Un final esperanzador
El caso de Ashley Vargas conmocionó al país y reflejó los riesgos de la formación militar. Su supervivencia, en condiciones aún no esclarecidas, marca un hito en las operaciones de rescate aéreas en Perú. La familia insiste en que «faltan horas críticas» para su repatriación, pero respira aliviada: su piloto está viva.