El parlamentario Edwin Martínez de Acción Popular generó debate al señalar que las madres tienen «la obligación» de participar en la cocina si no pueden comprar alimentos, durante la interpelación a la ministra Urteaga por casos de intoxicación en el programa Wasi Mikuna.
Declaraciones generan controversia
El congresista Edwin Martínez (Acción Popular) propuso reactivar un modelo «participativo» para la alimentación escolar. Su intervención se dio durante la interpelación a la ministra Leslie Urteaga (Midis) por intoxicaciones en el programa Wasi Mikuna.
«Compren productos frescos y que las mamás cocinen como antes», dijo. Agregó que las madres tienen «la obligación» de participar si no pueden comprar comida. Sus palabras generaron críticas en redes.
El doble discurso de la «participación comunitaria»
El congresista defendió su idea como un retorno a programas «participativos». Sin embargo, documentos oficiales muestran que:
- El 68% de madres en pobreza trabaja jornadas completas
- Solo el 12% podría asistir regularmente a cocinas escolares
- El 91% de los comedores populares ya son gestionados por mujeres
«¿Por qué siempre la solución es más trabajo no remunerado para las mujeres?», cuestionó la socióloga Patricia Ruiz.
Reacciones en redes y política
Usuarios en redes sociales acusaron al congresista de desconocer la realidad de muchas madres trabajadoras. «¿Cómo van a cocinar si trabajan todo el día?», cuestionaron.
Desde el pleno del Congreso, otros legisladores evitaron pronunciarse. El Midis aún no se ha referido directamente a la propuesta de Martínez.
Antecedentes del programa Wasi Mikuna
El programa, que entrega alimentos a escolares, enfrenta críticas tras casos de intoxicación. La ministra Urteaga aseguró que se están investigando las fallas.
Mientras tanto, el debate sobre el rol del Estado y las familias en la alimentación infantil sigue abierto.
¿Solución o carga injusta?
La propuesta de Martínez reavivó la discusión sobre políticas sociales. Expertos señalan que, aunque la participación comunitaria es valiosa, no debe recaer solo en las madres.
El Congreso y el Midis deberán evaluar cómo mejorar estos programas sin aumentar desigualdades.