Putin ordena renombrar el aeropuerto de Volgogrado como «Stalingrado» en homenaje a la batalla que marcó el declive nazi. La medida busca reforzar el orgullo histórico, aunque la ciudad conservará su nombre actual.
Un cambio simbólico con peso histórico
El presidente ruso, Vladímir Putin, firmó un decreto para rebautizar el aeropuerto de Volgogrado como «Stalingrado». La decisión rinde tributo a la batalla que cambió el curso de la Segunda Guerra Mundial.
Aunque el aeródromo adoptará el nombre histórico, la ciudad seguirá llamándose Volgogrado. El cambio busca «inmortalizar la Victoria» soviética, según el texto oficial. La medida entró en vigor inmediatamente.
Un gesto hacia los veteranos y el nacionalismo
La iniciativa surgió de veteranos y militares rusos. El gobernador de Volgogrado, Andréi Bocharov, planteó la idea a Putin durante una visita reciente.
«Su palabra es ley para mí», respondió el mandatario. El nuevo nombre busca evocar valores como «heroísmo» y «orgullo patrio». El Kremlin refuerza así su narrativa histórica.
Stalingrado y Leningrado: símbolos de resistencia
Del 8 al 10 de mayo, Volgogrado y San Petersburgo recuperarán temporalmente sus nombres bélicos: Stalingrado y Leningrado. El gesto coincide con las celebraciones del Día de la Victoria.
La Batalla de Stalingrado (1942-1943) fue clave en la derrota nazi. Hoy, su legado se usa para unir a los rusos en torno a la memoria soviética.
¿Nostalgia soviética o estrategia política?
Analistas ven en la medida un intento de vincular el pasado heroico con el presente. Rusia enfrenta tensiones internacionales y busca cohesionar a su población.
El nombre «Stalingrado» evoca no solo la guerra, sino también la era soviética. Sin embargo, el Kremlin evita rehabilitar figuras polémicas como el propio Stalin.
Un cambio que genera debate
Mientras algunos celebran el homenaje, otros critican la idealización del pasado. Stalingrado representa la resistencia del estalinismo.
El gobierno ruso prioriza el simbolismo patriótico. En un contexto de conflicto en Ucrania, la referencia a la «Gran Guerra Patria» adquiere nuevos matices.
¿Hacia más revisionismo histórico?
La medida podría ser el primer paso en una revalorización de topónimos soviéticos. Sin embargo, cambios permanentes requerirían un amplio apoyo social.
Por ahora, Stalingrado vuelve al mapa, pero solo en el aeropuerto. El Kremlin mantiene un equilibrio entre memoria histórica y realidad actual.