La justicia peruana reafirma que la libertad de expresión no ampara la discriminación. La decisión cierra definitivamente la puerta al regreso del polémico personaje, considerado un estereotipo racista contra la mujer andina.
El Tribunal Constitucional (TC) rechazó la demanda de Jorge Benavides contra la prohibición de «La Paisana Jacinta», confirmando así la sentencia que desde 2019 impide la difusión del personaje por perpetuar un humor racista y denigrante hacia las mujeres indígenas. El fallo sienta un precedente histórico en la lucha contra la normalización de la discriminación étnica en el entretenimiento peruano.
Un personaje que reforzaba el racismo estructural
«La Paisana Jacinta» fue un programa de comedia que, durante más de una década, redujo a la mujer andina a una caricatura grotesca: lenguaje soez, vestimenta estereotipada y situaciones que ridiculizaban su origen. En 2019, la Corte Superior de Cusco determinó que el contenido violaba derechos fundamentales, como la dignidad, la igualdad y la identidad cultural de las comunidades indígenas.
Organizaciones de derechos humanos y colectivos andinos celebraron la decisión del TC. «Este fallo reconoce que el racismo no es humor», declaró Tarcila Rivera, reconocida activista quechua. «Durante años, programas como este enseñaron a reírse del dolor ajeno, reforzando la idea de que los pueblos originarios son inferiores», añadió.
Libertad de expresión con responsabilidad social
Benavides y su defensa argumentaron que la prohibición atenta contra su «libertad de expresión artística». Sin embargo, el TC recordó que este derecho tiene límites cuando vulnera otros derechos fundamentales. «La Constitución no protege expresiones que fomenten el odio o la discriminación», señaló el fallo.
Mientras el cómico evalúa nuevas acciones legales, el debate sigue abierto: ¿Dónde termina el humor y comienza el racismo? Para especialistas como Wilfredo Ardito, abogado especializado en derechos indígenas, «el problema no es la sátira, sino el poder mediático que normaliza la burla contra grupos históricamente marginados».
La sentencia también ordena a plataformas digitales eliminar contenido del personaje, un paso clave para erradicar su influencia. Aunque algunos seguidores del programa lamentan la decisión, este fallo marca un antes y después: el Perú avanza hacia un entretenimiento que no se construya sobre la humillación de los pueblos originarios.
¿Qué sigue?
El caso de «La Paisana Jacinta» debe servir como reflexión para creadores de contenido y medios de comunicación. El humor puede ser crítico y agudo sin recurrir a estereotipos dañinos. La justicia ha dado un mensaje claro: el racismo, disfrazado de comedia, ya no tiene lugar en nuestra sociedad.