Virginia Giuffre, una de las víctimas más conocidas de Jeffrey Epstein, falleció por suicidio en su granja australiana. Su familia vinculó su muerte al trauma permanente causado por los abusos que sufrió.
Una vida marcada por el trauma
Virginia Giuffre, de 41 años, murió por suicidio en Neergabby, Australia Occidental. Su familia confirmó que el peso de los abusos sufridos desde su adolescencia resultó insoportable.
«Fue una guerrera contra el tráfico sexual, pero el dolor fue demasiado», señalaron sus seres queridos. Giuffre se convirtió en símbolo de la lucha contra la impunidad en redes de explotación.
El caso que conmocionó al mundo
Giuffre acusó a Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell de traficarla cuando era menor. Su testimonio implicó a poderosos, incluyendo al príncipe Andrés, con quien llegó a un acuerdo extrajudicial en 2022.
El príncipe británico perdió sus títulos reales tras el escándalo, aunque siempre negó las acusaciones. Epstein fue hallado muerto en prisión en 2019, antes de su juicio por tráfico sexual.
Justicia incompleta
Ghislaine Maxwell cumple 20 años de prisión como única condenada del caso. Documentos judiciales revelaron una red que involucraba a políticos y millonarios.
Activistas señalan que Giuffre representaba la voz de muchas víctimas. Su muerte reabre el debate sobre el apoyo a supervivientes de abusos sistemáticos.