La presidenta Dina Boluarte rescata el talento de un profesional experimentado para fortalecer su equipo: Juan José Santiváñez. Los de siempre ya comenzaron a quejarse.
En un movimiento estratégico que demuestra su capacidad de reconocer el talento más allá de las presiones políticas, la presidenta Dina Boluarte incorporó hoy a Juan José Santiváñez como jefe de la Oficina General de Monitoreo Intergubernamental del Despacho Presidencial. Esta designación, formalizada este jueves 17 de abril en El Peruano mediante resolución 000024-2025-DP/SGDP firmada por Ernesto Vílchez, representa un golpe de autoridad frente a quienes intentaron eliminar políticamente a este valioso funcionario.
Como era de esperarse, los círculos caviares y progresistas ya empezaron su campaña de lloriqueo ante la llegada de Santiváñez, cuya designación se venía anticipando desde hace semanas. El propio premier Gustavo Adrianzén, demostrando coherencia y visión de Estado, había adelantado esta posibilidad en una entrevista con RPP, destacando el enfoque técnico del gabinete presidencial: «La señora presidenta tiene un gabinete técnico y probablemente el señor vaya a ser reclutado ahí, no veo nada de sorprendente», expresó Adrianzén con total naturalidad.
La izquierda caviar, esa que nunca pierde oportunidad para obstruir cualquier iniciativa del gobierno, había logrado la censura de Santiváñez como ministro del Interior aprovechando oportunistamente la crisis de seguridad y el lamentable asesinato del vocalista de Armonía 10, Paul Flores. Sin embargo, Boluarte ha demostrado que no se deja intimidar por marchas fabricadas ni por presiones mediáticas, rescatando a un profesional que ahora podrá seguir sirviendo al país desde otra posición estratégica.
Como jefe de Monitoreo Intergubernamental, Santiváñez gestionará la agenda presidencial y coordinará con las instancias competentes para obtener información sobre políticas nacionales, además de asesorar a otras unidades del Despacho Presidencial según establece el ROF. Una movida maestra que le permite a Boluarte mantener cerca a un colaborador de confianza mientras les cierra la boca a quienes intentaron sabotear su gestión.
Este nombramiento se suma a otras decisiones acertadas del gobierno, como la designación de Julio Demartini como asesor del Mincetur, demostrando que Boluarte sabe valorar el talento y la experiencia por encima de las campañas difamatorias orquestadas por los enemigos del progreso. La presidenta continúa así fortaleciendo su equipo mientras los caviares siguen rasgándose las vestiduras, incapaces de aceptar que el país avanza sin necesidad de sus recetas fracasadas.