Crimen ocurrió frente a la estación Chimpu Ocllo del Metropolitano. Sicarios en moto dispararon al menos cinco veces contra la víctima, quien deja un bebé huérfano. Autoridades vinculan el hecho a una disputa entre bandas extorsivas.
Un joven venezolano de 21 años fue asesinado a balazos la noche del último lunes en Carabayllo, en un ataque que las autoridades vinculan a una creciente ola de violencia entre bandas criminales. Los agresores, que llegaron en motocicleta pese al estado de emergencia vigente, interceptaron a la víctima frente a la estación Chimpu Ocllo del Metropolitano, en la intersección de la avenida Universitaria con el jirón Uchura, y dispararon a quemarropa. Junto al cuerpo, la policía halló una nota firmada por alias «Tímoti», líder de una organización delictiva, con amenazas explícitas contra la comunidad venezolana.
El crimen y la advertencia
Testigos relataron que el joven, identificado como Rubén Darío Gómez González, esperaba a sus compañeros de trabajo fuera de una pollería cuando fue atacado. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que dos sujetos descendieron de una moto: uno de ellos disparó al menos cinco veces, impactándole mortalmente en la cabeza. La víctima, quien laboraba en una construcción en Miraflores y era padre de un bebé de tres meses, murió en el acto.
La nota dejada por los asesinos, dirigida a migrantes venezolanos, decía: «A todos los que se meten en mis cosas, les digo que los iré matando uno por uno. Los justos pagarán por los pecadores». El mensaje, atribuido a «Tímoti el Fantasma» —cabecilla de Los Injertos del Cono Norte—, sugiere una retaliación por la invasión de territorios controlados por bandas rivales, como la de «El Monstruo». Este no es el primer crimen vinculado al grupo: en enero, asesinaron a un mototaxista por pagar «cupos» a la facción contraria.
Miedo y disputas territoriales
Una amiga de la víctima, también venezolana, confesó a la prensa su temor: «Tenemos miedo. Somos personas de bien que trabajamos y tenemos hijos». Aunque las autoridades investigan si el joven tenía vínculos con estas redes, sus cercanos insisten en que no estaba involucrado en actividades ilícitas. «Siempre nos esperaba para volver juntos a casa», declaró un compañero.
El crimen ocurre en medio del estado de emergencia en Lima y Callao, que incluye la restricción de movilización en motos, medida que no ha detenido la violencia. La Dirincri revisa cámaras para rastrear la ruta de escape de los sicarios, mientras familiares de la víctima evitan declarar por temor a represalias.
¿Quién es «Tímoti»?
Según reportes policiales, el alias está ligado a múltiples homicidios en Lima Norte por control de extorsiones. Su banda opera bajo una estructura celular y usa mensajes intimidatorios para marcar territorio. Las autoridades no descartan que el ataque busque escalar tensiones entre grupos peruanos y extranjeros, en un contexto donde los crímenes contra migrantes aumentan un 37% respecto al 2023.
Mientras la comunidad venezolana exige protección, el caso revela la frágil seguridad en zonas periféricas, donde las bandas actúan con impunidad. La policía urge a testigos a colaborar, aunque muchos callan por miedo a ser los próximos en la lista de «Tímoti».