La reciente cobertura del dominical Panorama sobre el desorden y la mala gestión en la institución Legado, encargada de las obras para los Juegos Bolivarianos del Bicentenario Ayacucho 2024, ha generado un fuerte eco. A la denuncia sobre la ineficiencia y los retrasos en los proyectos deportivos, se suman las declaraciones de Carlos Neuhaus, exdirector de los Juegos Panamericanos Lima 2019, quien expresó su frustración al ver cómo una institución que él ayudó a cimentar ahora se tambalea bajo la responsabilidad de otros.
¿Un Héroe de Lima 2019?
Si bien no se puede negar la capacidad de Neuhaus para sacar adelante los Juegos Panamericanos Lima 2019, el contexto detrás de su éxito plantea dudas. En ese entonces, el acuerdo gobierno a gobierno con Reino Unido permitió contrataciones directas, sin filtros, y lo que algunos consideran un «pacto secreto», cuya implementación terminó costando a los peruanos más de lo que parece a simple vista.
La Caída de Legado: Los Directores en la Mira
Neuhaus fue quien designó a Alberto Valenzuela como director de Legado en 2019, cuando este se desempeñaba en el Ministerio de Transportes. Sin embargo, tras la salida de Valenzuela, comenzaron a pasar por Legado una serie de directores interinos, hasta que en 2022 Federico Tong asumió el cargo. La inestabilidad continuó con la llegada de Álvaro Castro, quien fue forzado a renunciar este año, seguido por Carlos Zegarra, quien también dimitió en mayo.
El malestar creció a medida que los Juegos Bolivarianos se acercaban, y la falta de planificación y de respuesta ante las exigencias del evento internacional se volvieron evidentes. El año pasado, con Castro al mando, ya se empezaban a ver signos de una ejecución deficiente. Después de Zegarra, José Luis Farfán asumió sin hacer cambios significativos, y Enrique Fernández Paniagua, quien llegó en junio de 2024, poco pudo hacer para reorientar los proyectos a tiempo.
El Resentimiento de Ayacucho
El alcalde de Huamanga, Juan Carlos Arango, no dudó en señalar que la responsabilidad por el caos en los Juegos recae sobre Legado, que, según él, «no confió en el personal de Ayacucho y todo se dirigió desde Lima». Las promesas de desarrollo y de infraestructura que se hicieron para la ciudad y sus alrededores parecen desmoronarse ante la realidad de las malas condiciones y la falta de previsión, como se evidenció por las inundaciones en las sedes de competencia.
Neuhaus y la Redes de Poder en Legado
Neuhaus, quien parece seguir ejerciendo una fuerte influencia dentro de la institución, no ha ocultado su malestar. En declaraciones recientes en Canal N, admitió que la salida de varios directores en Legado ha sido por «órdenes de arriba». Cuando se le preguntó sobre quiénes eran esos «de arriba», Neuhaus, con un gesto nervioso, dejó claro que se refería al gobierno, que una vez más había intervenido en su círculo de confianza.
En paralelo, una de las razones del malestar es que, dentro de Legado, se ha formado lo que algunos consideran un «club de amigos», con personas vinculadas a Neuhaus ocupando puestos clave. Muchos de ellos cobran sueldos elevados, incluso superiores a los 13,000 soles mensuales, sin mayores méritos o estudios, lo que ha alimentado las sospechas sobre el uso indebido de fondos públicos.
El Conflicto Interno: La Caída de Fernández Paniagua
Uno de los episodios más polémicos fue la destitución de Enrique Fernández Paniagua. A pesar de que ya tenía todo listo para la inauguración de los Juegos Bolivarianos el 28 de noviembre, fue removido sorpresivamente, según algunas versiones, debido a su decisión de destituir a Carmen Kcomt, quien tenía la jefatura de logística y una estrecha relación con altos funcionarios del gobierno. Este episodio, sumado a las decisiones impulsivas del primer ministro, generó aún más confusión y caos en la organización.
El Futuro de Legado: ¿Investigación y Rendición de Cuentas?
El futuro de Legado es incierto, y las críticas continúan creciendo. Con el aumento de los escándalos y la gestión cada vez más criticada, muchos se preguntan si la Contraloría General de la República tomará cartas en el asunto. La falta de transparencia y la posible desviación de recursos públicos son temas que requieren una investigación exhaustiva.
Es evidente que la institución, una vez creada con la intención de dejar un legado positivo para el país, se ha visto secuestrada por intereses personales, familiares y políticos. Si bien es cierto que cualquier gestor puede considerarse un «salvador» con acuerdos secretos y contrataciones directas, lo que está en juego es mucho más que la imagen de un evento deportivo. Lo que está en juego es el dinero de los peruanos, y algún día, la verdad completa saldrá a la luz.
El Mal Comienzo de los Juegos Bolivarianos
Finalmente, las dificultades no solo son administrativas. Las lluvias recientes han provocado inundaciones en algunas de las sedes, lo que refleja la mala calidad de la infraestructura, un problema que pone en entredicho la capacidad de Legado para llevar adelante los Juegos Bolivarianos, a menos de un mes de su inicio oficial.
Lo que comenzó como una promesa de desarrollo para Ayacucho y el país entero, hoy se enfrenta a una crisis de organización y credibilidad que pone en peligro no solo la imagen de Legado, sino también la de las autoridades encargadas de garantizar el éxito de estos eventos internacionales. El tiempo dirá si, finalmente, alguien será llamado a rendir cuentas.