Un hito histórico. Hace 12 años, el 18 de octubre de 2011, un equipo de la Unidad Ejecutora 005 Naylamp, dirigido por Carlos Wester La Torre, reveló un secreto milenario escondido en el templo de Chornancap, ubicada en Lambayeque, al hallar la tumba intacta de una gobernante de la cultura Lambayeque, conocida como la Sacerdotisa de Chornancap.
La impresionante tumba de este personaje del antiguo Perú fue hallada rodeada por ocho jóvenes mujeres y un pequeño camélido, en un contexto funerario de gran relevancia.
El imponente hallazgo, que incluyó una máscar de plata con corona y bienes invaluables en el fardo funerario, ilustró el poder, la autoridad y el estatus que la sacerdotisa ejerció en su época.
Este descubrimiento llevó a una serie de estudios que revelaron detalles fascinantes sobre la vida y muerte de una mujer de 50 años, sus ornamentos, y su posicionamiento estratégico en el enterramiento, que miraba al este, territorio de la luna, y de espaldas al oeste, territorio del mar.
La sepultura se acompañó con ofrendas de cerámica lambayeque y chimú, así como vajilla del estilo cajamarca-costeño, que establecían una conexión entre las culturas de ambas regiones, posiblemente unidos por lazos comerciales, matrimoniales y el establecimiento de territorios comunes.
En estos doce años, los bienes de la sacerdotisa viajaron y se expusieron en museos de renombre internacional, como el Museo de la Nación en Lima, el Museo Paul Getty en Los Ángeles, el Museo Metropolitano de Nueva York, el Museo Quai Branly en París y el Museo de Oro en Colombia.
En la actualidad, el Museo Brüning de Lambayeque alberga esta colección como testimonio de la poderosa presencia femenina en la política y la religión de la época.
Este personaje histórico inspira a grupos culturales que realizan artesanías y escenificaciones para representar la vida y el legado de la sacerdotisa.
Por ejemplo, en los últimos años, la gobernante ancestral animó la creación de una estampa por la Institución Educativa 10908 Naylamp del caserío Bodegones, ubicado cerca de la zona del descubrimiento, que junto al Museo Chotuna-Chornancap, enriquecen y diversifican la forma en que la historia local se celebra y recuerda.
Este aniversario marca no solo un hito en la arqueología peruana, sino también una oportunidad para reflexionar sobre cómo el pasado influye e inspira al presente y futuro de la cultura y comunidad local.