La comisión internacional de la ONU encargada de investigar los crímenes cometidos durante la guerra en Ucrania ha señalado que hay suficiente evidencia para afirmar que las autoridades rusas han cometido crímenes de guerra, incluyendo violencia sexual y deportación de niños.
En su informe, que será presentado la próxima semana al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la comisión también afirma que las fuerzas armadas rusas han atacado áreas pobladas con menosprecio del sufrimiento y daño a los civiles.
El informe de la comisión indica que, conforme las fuerzas rusas avanzaban en el territorio ucraniano, los asesinatos de civiles no relacionados con las hostilidades se multiplicaron.
Además, se registró un aumento en la detención y confinamiento de civiles en instalaciones levantadas con ese fin tanto en Ucrania como en Rusia. En estos lugares, los maltratos se convirtieron en torturas por motivos tan fútiles como hablar ucraniano o no recordar la letra del himno ruso.
La violencia sexual también fue común en las redadas realizadas por soldados rusos en domicilios privados. Según los testigos entrevistados por la comisión, los niños deportados a territorio ruso pueden haber perdido definitivamente contacto con sus familias.
El informe de la comisión se presentó a la prensa este jueves, y detalla los crímenes cometidos por las fuerzas rusas contra los civiles ucranianos durante la ola de ataques iniciada en octubre de 2022 contra infraestructuras energéticas.
