Y cual príncipe de las tinieblas, lidera el Gabinete de la Muerte y el enfoque militarista, antipopular y antidemocrático que el Ejecutivo desarrolla frente a la protesta social; a la fecha, debe responder por más de sesenta muertes que nuestros pueblos no olvidaran y que en su momento juzgaran.
Surgió dos meses atrás, en una coyuntura signada por la vacancia del presidente Castillo y la asunción de la vice presidenta Boluarte. Llegó empoderado por poderes fácticos y alianzas estratégicas con fuerzas políticas que siendo mayoría congresal promovieron la vacancia de Pedro Castillo y la asunción de Dina Boluarte, pero anteriormente generaron numerosas denuncias contra ella. Fuerzas políticas que integran una plataforma cívico, militar, comunicacional, empresarial y de corrupción que son soporte y beneficiarios políticos de dicho Gabinete.
En medio de esta crisis política, con fuerte y creciente conflictividad social, asume el liderazgo del Ejecutivo en su conjunto: en aspectos técnicos de otros sectores ministeriales, en las conferencias de prensa del despacho presidencial, inclusive en correcciones y/o precisiones de las declaraciones presidenciales que no sean del agrado de sus aliados (o de aquellos que representa en la PCM).
Para defender sus intereses, quienes manejan los oscuros hilos del poder político y económico ponen operadores políticos, comunicacionales, económicos y/o legales en el Estado; los generan de acuerdo a escenarios políticos y económicos de coyuntura y a las estrategias de defensa de sus intereses. Mantener y fortalecer el factor Otárola es fundamental para ellos, pero todo indica que la vigorosa movilización popular de estas semanas se traerá abajo al Gobierno de Dina Boluarte y al Gabinete del Premier de la Muerte.
