El expresidente afirmó que está listo para ir a prisión si lo condenan, pero insiste en que es víctima de una persecución política por haber enfrentado a grupos corruptos durante su gobierno
El expresidente Martín Vizcarra declaró que enfrenta con serenidad la lectura de sentencia programada para este miércoles a las 9:00 a.m., donde el Poder Judicial definirá si lo condena por el presunto cobro de sobornos durante su gestión como gobernador regional de Moquegua. El exmandatario aseguró que está preparado para cumplir prisión, pero reafirmó su inocencia y acusó a «intereses muy poderosos» de buscar su condena para sacarlo del escenario político.
Un expresidente que no huirá del país
Vizcarra desmintió las especulaciones sobre un posible plan de fuga o solicitud de asilo. El exjefe de Estado remarcó que cumple con todas las citaciones judiciales y que no tiene intención de abandonar el país. «Estoy preparado para ir a Barbadillo, Piedras Gordas, Lurigancho, a donde quieran enviarme, pero saben qué cosa: a donde vaya estarán enviando a un inocente cuyo único delito fue no temblarle la mano para denunciar a los corruptos», declaró. Esta postura contrasta con la estrategia de otros políticos procesados que buscaron refugio en embajadas o huyeron del país.
El expresidente atribuyó el proceso judicial a una supuesta venganza por haber actuado contra grupos corruptos durante su gobierno. Sin embargo, esta narrativa choca con el peso de las pruebas presentadas por la Fiscalía, que incluyen documentos, testimonios y comunicaciones que involucran directamente a su entorno.
Las pruebas que complican al expresidente
El Ministerio Público reclama una condena de 15 años de prisión por los casos Lomas de Ilo y Hospital de Moquegua. El fiscal Germán Juárez Atoche presentó evidencia que señala al hermano de Vizcarra como participante en el traslado de dinero ilícito. Además, el exministro José Hernández declaró que gestionó sobornos en favor del entonces gobernador regional. La acusación sostiene que constructoras interesadas en asegurar contratos públicos entregaron pagos a Vizcarra mediante intermediarios.
La defensa intentó desacreditar los testimonios argumentando que los colaboradores eficaces actuaron motivados por beneficios judiciales. No obstante, la Fiscalía sostiene que el conjunto de pruebas revela un patrón de negociaciones irregulares ejecutado mientras Vizcarra ocupaba cargos de poder.
Un veredicto que marcará el futuro político
El fallo de este miércoles definirá si Vizcarra se convierte en el primer expresidente condenado a prisión por corrupción durante su gestión regional. El caso se desarrolla en medio de una fuerte polarización: sectores ciudadanos exigen su encarcelamiento, mientras otros creen que enfrenta persecución política. La propia declaración de Vizcarra sobre estar preparado para ir a prisión refleja la gravedad del momento y el impacto que una condena tendría en la política nacional.



