Ms. Álvaro A. Bocanegra Landeras
El efecto de la inseguridad ciudadana es cada vez más letal para las micro y pequeñas empresas y esto hace un anhelo casi imposible el pretender disminuir la informalidad.
El emprendedor peruano antes de iniciar o expandir sus inversiones tiene que insertar en sus evaluaciones financieras, contables y tributarias, gastos ocultos pero reales para la empresa: Cupos por la extorsión, estrategias de ventas para clientes que no desean ningún tipo de comprobante de pago debido a que están haciendo por ejemplo: Dark Kitchen (cocina fantasma), esto último es lo más sensible de la dinámica económica peruana lo que denomino: Las Empresas Chicha.
¿Qué es una empresa chicha? Es el emprendimiento peruano que tiene que lidiar entre tres factores: A) Venderle a sectores y empresas totalmente formales. B) Vender a empresas que no quieren ningún tipo de comprobante de pago. C) La norma tributaria y las fiscalizaciones de SUNAT.
Esta trilogía parece sencilla, pero es un dilema existencial que el empresario peruano vive día a día. El dilema se gesta en que una empresa tiene que vender si o si (sin ventas no hay empresa privada), pero al realizar ventas sin comprobantes de pago genera dos efectos (iniciales):
1) Contablemente, la venta se realiza y los productos salen de la empresa y se deberá registrar la venta para la cuantificación contable pertinente. 2) ¡Tributariamente (Ley y Reglamento de Comprobantes de Pago, norma del IGV y del Impuesto a la Renta) si no hay comprobante de pago ya comenzamos mal! Porque ya se omitió un deber administrativo: El de emisión del comprobante de pago (En la transferencia de bienes muebles, se tiene que emitir en el momento en que se entregue el bien o en el momento en que se efectúe el pago, lo que ocurra primero).



