*En la entrevista, Calle Hayen explica el estatus de la sentencia de Bermejo, propone elecciones complementarias, y detalla cambios necesarios en la estructura del Estado, la educación, la salud y la vivienda.
Por: Mariano Arana Bazán
¿Qué significa que la sentencia de Bermejo no es firme?
Significa que todavía puede ser apelada si se presenta algún recurso impugnatorio. Incluso cuando suba a la corte superior, porque esto es dado por un juez, aún puede llegar a la Corte Suprema. Una sentencia solo se convierte en definitiva cuando se han agotado todas las instancias o cuando el interesado no presenta recursos dentro del plazo correspondiente.
¿Hay posibilidades de que ese escaño se pierda o quede vacío?
Hay algunas contradicciones. Por ejemplo, el Reglamento del Congreso, en el Art. 25, establece que, procesos penales específicos como terrorismo o narcotráfico, el escaño podría quedar vacío y no necesariamente sube un accesitario. Personalmente, no estoy de acuerdo con esa interpretación. El escaño no pertenece al congresista individual, sino al partido que obtuvo los votos. Así, si el escaño quedara vacante, debería considerarse una elección complementaria para que la ciudadanía decida, tal como lo interpretan algunas sentencias internacionales, como la del Supremo Tribunal Federal de Brasil.
Concretamente, ¿qué debería suceder con el escaño del congresista?
Una vez que la sentencia sea firme y se convierta en cosa juzgada, creo que debería realizarse una elección complementaria. Esto permitiría al pueblo decidir si otorga la mayoría al partido o elige a otro representante. La interpretación brasileña sostiene que el voto pertenece al partido, no al individuo, y que solo la ciudadanía puede modificar la representación.
Entonces, ¿es necesario hacer reformas?
Mira, hay un librito que me ha publicado la UNI. Recién me lo hicieron llegar: Reforma de la estructura del Estado. Lamentablemente están llevando al país a una situación en que la Asamblea Constituyente es una necesidad. Yo sé que con eso me gano apelativos de todo tipo, pero ya han modificado más de 90 artículos de la Constitución, y casi todos para endulzar y favorecer la corrupción.
En caso de una Asamblea Constituyente, ¿en qué capítulo podría aportar usted?
Podría contribuir en la parte legislativa, sobre la estructura de poder y la organización del Estado, de forma práctica. No se trataría de un debate teórico prolongado, sino de aplicar experiencias de sistemas parlamentarios internacionales, adaptadas a la realidad peruana. Propongo un sistema parlamentario donde los congresistas sean elegidos cada dos años y medio, con posibilidad de reelección, y con consultas ciudadanas que permitan definir la continuidad del presidente de la República.
En temas de derechos fundamentales, como salud, vivienda y educación, ¿qué cambios serían necesarios?
La Constitución reconoce derechos que muchas veces no se materializan. Por ejemplo, hay personas viviendo décadas sin agua, luz o acceso a salud. La vivienda debería considerarse un derecho constitucional real y no solo lírico. La educación requiere inversión real en infraestructura, docentes y supervisión de universidades privadas, que hoy funcionan muchas veces como negocios sin control de calidad. La educación pública debe fortalecerse, al igual que la regulación de la privada para garantizar formación profesional adecuada.
¿Cuál es su postura sobre la creación de nuevas universidades públicas?
No estoy a favor de crear universidades nuevas sin fundamento. Se deben fortalecer las que ya existen, que tienen trayectoria y experiencia. Las universidades privadas deberían ser asociaciones sin fines de lucro, creadas por ley y supervisadas para garantizar calidad académica. Actualmente, muchas funcionan como negocios y no rinden cuentas claras sobre sus ingresos y gastos.
¿Qué mensaje daría a quienes confían en su aporte para una eventual Asamblea Constituyente?
Un mensaje de esperanza. La participación de personas con experiencia, integridad y prestigio es esencial para garantizar que las reformas sean responsables y efectivas. La Asamblea Constituyente debería incluir figuras reconocidas, no empleados políticos, para aportar conocimiento y limpieza ética al proceso. La ciudadanía debe recuperar confianza en las instituciones, basándose en la educación, la participación y la responsabilidad.v
Sumilla
“La Asamblea Constituyente es una necesidad para garantizar reformas institucionales responsables y efectivas.”
Dato
Fernando Calle Hayen propone elecciones complementarias y reformas profundas en educación, salud, vivienda y estructura del Estado.
Leyenda
El constitucionalista sostiene que solo la ciudadanía puede modificar la representación política y que los cambios deben ser aplicados con experiencia y ética.



