La congresista por San Martín del grupo parlamentario Juntos por el Perú convirtió su despacho en salón de belleza mientras acumula denuncias por tráfico de influencias, nepotismo y exigir parte del sueldo a sus asesores
La maestra que prometió representar al magisterio terminó fotografiada el 6 de noviembre de 2024 recostada en un sofá, hablando por teléfono, mientras su sobrino-nieto y asesor Edwar Rengifo Pezo le cortaba las uñas de los pies dentro del despacho 103 del Congreso. Las imágenes difundidas por Cuarto Poder muestran al joven con su carné institucional al cuello, realizando tareas propias de un salón de belleza en horario laboral. Este episodio bochornoso es apenas la última escena de una gestión parlamentaria llena de cuestionamientos que van desde el tráfico de influencias hasta la apropiación de salarios de sus trabajadores.
Del aula al escándalo
Lucinda Vásquez Vela nació el 24 de agosto de 1958 en Buenos Aires, provincia de Picota, en San Martín. Se graduó como docente en el Instituto Pedagógico de Tarapoto y luego obtuvo su licenciatura en Educación Primaria en San Marcos. Durante casi treinta años enseñó en la Institución Educativa Juan Jiménez Pimentel, donde comenzó su militancia sindical.
Fue dirigente del SUTE San Martín y del Fenateperú, el gremio que lideró Pedro Castillo. Ambos compartieron la huelga docente de 2017 y una relación política que los llevaría al poder. En 2021 postuló al Congreso por Perú Libre con el número 2 en la lista por San Martín y obtuvo 8,778 votos válidos. Desde entonces integra el Bloque Magisterial – Juntos por el Perú, una bancada formada por docentes y exdirigentes sindicales.
Tráfico de influencias y nombramiento docente
En enero de 2025, la Fiscalía de la Nación presentó una denuncia constitucional contra Vásquez por presunto tráfico de influencias agravado. La acusación sostiene que la congresista habría usado su cargo para gestionar el acceso irregular a la prueba nacional de nombramiento docente de 2021, con ayuda de Ynés Gallardo Calixto, hija del entonces ministro de Educación Carlos Gallardo Gómez.
Un testigo protegido declaró que Vásquez viajó a Tarapoto y Juanjuí antes del examen y distribuyó la prueba, que se habría vendido por tres mil soles. La parlamentaria rechazó las acusaciones: «Descarto esa acusación, es una difamación terrible. He denunciado actos de corrupción en Tarapoto, sé de dónde viene esto», afirmó en su momento.
Nepotismo familiar y recortes de sueldo
En mayo de 2025, Cuarto Poder reveló que tres sobrinos de Vásquez trabajaban en su despacho con sueldos de hasta 7,200 soles, pese a no tener título universitario. Además, su hijo Marti Frans Villacorta Vásquez se presentaba como trabajador parlamentario sin figurar en planilla, aunque registra más de 130 visitas al Congreso.
Un exasesor denunció que la congresista les exigía entregar parte de sus sueldos mediante supuestos «préstamos personales». Como prueba entregó conversaciones de WhatsApp que evidenciarían depósitos a cuentas asociadas a Vásquez y su entorno. Las imágenes también mostraron al asesor Willer Sajami acudiendo al domicilio de la parlamentaria en horario laboral para prepararle el desayuno. Vásquez negó todo y aseguró que se trataba de «una campaña de desprestigio».
Sarratea y el círculo de Castillo
Vásquez formó parte del grupo político que rodeó a Pedro Castillo desde sus primeros meses en el gobierno. Aunque llegó al Congreso como militante de Perú Libre, la congresista ya no pertenece a esa bancada. En noviembre de 2021 fue captada saliendo de la casa de Sarratea, en Breña, donde el entonces presidente realizaba reuniones fuera de la agenda oficial. La congresista admitió a El Comercio haber asistido al encuentro junto a otros colegas del Bloque Magisterial: «Fue una reunión sindical. Estuvimos unos 35 dirigentes del magisterio. No tiene nada que ver con temas de corrupción», dijo.
El presidente del Congreso, el fujimorista Fernando Rospigliosi, calificó el episodio del pedicure como «repudiable» y solicitó a la Comisión de Ética que aplique una sanción. En junio pasado, esa comisión aprobó con 11 votos a favor el inicio de una investigación contra Vásquez. La maestra que llegó al Parlamento en 2021 con Perú Libre, partido del que se desvinculó posteriormente, terminó convertida en símbolo del descrédito de una institución cada vez más cuestionada por la ciudadanía.



