En otro lenguaje
Por: Jaime Asián Domínguez

En tiempos en que los anticuchos humean en el quehacer político (sí, causa), cae bien que el pan con chicharrón saque pecho (o panceta) por el Perú y le diga al mundo que, además de presidentes y funcionarios choros (qué palta), tenemos una gastronomía de padre y señor mío (la marraqueta y la arepa resultaron papayitas, un chancay de 20), a tal punto que el propio papa León XIV la ha puesto en la gloria como un bocaato di cardinale.
Y es que nuestros platos tienen cancha, roncan fuerte. Si no pregúntenle al señorial ceviche, que también gana campeonatos mundiales con concha y facilidad. Muchos dicen que no hay mejor maridaje que un cevichón con su respectiva chilindrina bien al polo. Quizá por eso el ‘Cholo’ Toledo, que lo prefería de borracho más que de cojinova, lo declaró Patrimonio Cultural de la Nación. Y don Alan García, que le tenía mucho camote al plato bandera, oficializó el 28 de junio como su día nacional. Lornas no eran.
Viva el pan con chicharrón, entonces. Y no va a ser.
Con sus infaltables tamalito y sarsa criolla, desde luego. Habría que levantarle un monumento ya mismo a Ibai Llanos. Tremendo favor que le ha hecho el streamer español a las chicharronerías (qué lecheras) y a la economía en general. ¿Qué esperan los congresistas figuretis que no dicen esta boca es mía? ¿Cuál es su cau-cau? Al parecer ya están enfrascados en la chanfaina o el sancochado que serán las elecciones de 2026 y les importa un comino este logro de la cocina peruana.
El homenaje presidencial ya está hecho. Dina Boluarte, en respuesta a la casi nula aprobación ciudadana que le dan las encuestas de opinión, peroró que a ella le resbala todo porque se baña en manteca (no en aceite, como le recomiendan). Suponemos que esa manteca es de cerdo peruano porque escrito está que primero es lo nuestro y después el resto. ¿Verdad? Conclusión: tenemos un pan con chicharrón campeón, de otro level, y esta vez, al votar, no necesariamente fue amor al chancho sino a los chicharrones. A comerrr.
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“Conclusión: tenemos un pan con chicharrón campeón, de otro level, y esta vez, al votar, no necesariamente fue amor al chancho sino a los chicharrones”.