El referido legislador afronta una denuncia constitucional del MP por pertenecer presuntamente al clan denominado “Los Niños”.
También lidera la Comisión de Fiscalización y Contraloría cuya misión es realizar control político y velar por los recursos públicos.
El congresista Elvis Vergara asumió este lunes la presidencia de la Comisión de Ética Parlamentaria para el periodo 2025-2026, consolidando así su segunda presidencia de comisión importante en el Congreso.
Su elección se produjo con nueve votos a favor, ninguna oposición y una abstención, pese a que enfrenta una denuncia constitucional por su presunta participación en la red criminal conocida como ‘Los Niños’. Vergara, quien también preside la Comisión de Fiscalización desde hace pocas semanas, figura entre los congresistas investigados por el Ministerio Público junto
a Pedro Castillo por supuestos delitos de organización criminal, tráfico de influencias y colusión agravada.
DOBLE PRESIDENCIA
PARLAMENTARIA
Vergara declaró instalada la comisión y aseguró que acepta la conducción “no como una aspiración personal, sino como un mandato de los congresistas que han confiado en su persona para poder presidirla”.
El parlamentario de Acción Popular completó la mesa directiva con Alex Paredes como vicepresidente y Pasión Dávila en la secretaría.
Su designación en Ética ocurre pocas semanas después de asumir también la presidencia de la Comisión de Fiscalización y Contraloría para el mismo periodo. En esa comisión lo acompañan Carlos Zeballos en la vicepresidencia y Juan Burgos en la secretaría, tras una propuesta de la congresista
Patricia Chirinos. Vergara agregó que el nuevo encargo lo compromete “a tener la más absoluta pericia al momento de evaluar, primero la composición del equipo, y segundo, el actuar de cada uno de ellos, respecto a las determinaciones que se tienen que dar en los procesos de investigación”. El congresista planteó que la Comisión de Ética debe convertirse en un espacio clave para mejorar la percepción ciudadana sobre el Congreso.
LA INVESTIGACIÓN
POR ‘LOS NIÑOS’
El perfil del nuevo titular de Ética está marcado por su inclusión en la denuncia constitucional presentada por la Fiscalía de la Nación contra el expresidente Pedro Castillo y un grupo de legisladores señalados como parte del caso ‘Los Niños’. Según la tesis fiscal, esta red habría operado dentro del Congreso para negociar votos a cambio de favorecer contratos y licitaciones en ministerios como Transportes, Vivienda y Producción. Vergara figura en la lista de congresistas denunciados junto a Darwin Espinoza, Raúl Doroteo, Jorge Flores
Ancachi, Carlos Alva, Américo Gonza y Francis Paredes, entre otros. El Ministerio Público les atribuye presuntos delitos de organización criminal, tráfico de influencias y colusión agravada.
La investigación cuenta con el testimonio de varios colaboradores eficaces, incluyendo a Karelim López, quienes apuntan a los congresistas por supuestos pactos con Pedro Castillo.
Su propio partido, Acción Popular, emitió un pronunciamiento rechazando su designación, calificándola como no consultada.
PROMESAS DE
TRANSPARENCIA
Durante la instalación de Fiscalización, Vergara resaltó la importancia de ejercer la función de control sin excesos ni intereses políticos. “La ciudadanía debe recuperar la confianza en el Congreso como primer poder del Estado, sin hacer un show mediático ni utilizarlo como un arma política, sino buscando soluciones legales y claras”, sostuvo.
El parlamentario también expresó que la Comisión de Ética “debe ser el motor, el camino, la ruta, para que se devuelva la confianza de la ciudadanía a
este Congreso, y para ello tenemos que ser muy meticulosos en el momento de tomar nuestras decisiones en los procesos que se señalan”. Su nombramiento genera interrogantes sobre la capacidad de autorregulación del Parlamento cuando quien debe supervisar la ética parlamentaria enfrenta graves acusaciones penales.
La paradoja del controlador controlado
Un congresista investigado por corrupción que asume la presidencia de la
Comisión de Ética revela la profunda crisis institucional del Parlamento peruano. Vergara no solo supervisará la conducta de sus colegas sino que también controlará desde Fiscalización las investigaciones que podrían involucrar su propio entorno político. Esta concentración de poder en manos de un legislador cuestionado evidencia cómo el sistema de pesos y contrapesos se desvanece cuando quienes deben ejercer el control enfrentan serias acusaciones. La ciudadanía presencia así una nueva demostración de cómo el poder político se autoprotege mediante mecanismos que deberían garantizar la transparencia democrática.
DATOS: ELVIS VERGARA concentra el poder de dos comisiones estratégicas
del Congreso mientras enfrenta una denuncia constitucional por organización criminal en el caso ‘Los Niños’, donde el Ministerio Público lo investiga junto al
expresidente Pedro Castillo por presuntamente negociar votos parlamentarios a cambio de favorecer contratos públicos en ministerios clave del Estado.