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La historia detrás del “programa presidencial” que nunca existió

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Una cuña reciclada y sin contexto dio origen a un escándalo que nunca debió existir. El caso revela un conflicto interno y una campaña de manipulación dentro del IRTP

SEGÚN REVELÓ LIMAGRIS, el supuesto programa dominical de Dina
Boluarte en TV Perú es en realidad una narrativa fabricada con material descontextualizado, intereses personales y filtraciones internas

En los últimos días, varios medios anunciaron que la presidenta Dina Boluarte tendría un programa dominical en TV Perú titulado.  Cada domingo a las 8 p.m..
La supuesta iniciativa causó revuelo político, generando reacciones en el Congreso y hasta declaraciones del canciller Elmer Schialer. Sin
embargo, una investigación de LimaGris desmonta por completo esa versión.
La “primicia” fue difundida por el programa Panorama el 22 de junio,
presentando una cuña promocional atribuida al nuevo jefe del IRTP, Luis Vivanco.
Según la narración de la periodista Carla Muschi, el proyecto estaría listo para lanzarse, tras la renuncia de Ninoska Chandía al cargo de jefa institucional del IRTP.
La cuña parecía confirmar la existencia del programa.
Sin embargo, LimaGris accedió a información que desmiente esta narrativa. La cuña fue grabada en enero de 2024, como parte de una propuesta archivada y descartada por el comité de gerentes. Nunca fue aprobada ni planificada para emisión. Lo más grave: habría sido filtrada por la propia Chandía y su jefede prensa, Roberto Wong, como parte de una campaña para evitar el regreso de Vivanco al canal estatal.
Detrás del escándalo se encuentra un antiguo conflicto entre Vivanco y Wong, quienes tuvieron un enfrentamiento directo durantesus funciones anteriores. La supuesta filtración de la cuña y su difusión mediática responderían a una vendetta interna, con la intención de bloquear futuros nombramientos en el IRTP y preservar el control del
canal desde dentro.
Además, LimaGris señala que durante la gestión de Chandía se eliminó el Consejo Directivo del IRTP, lo que concentró las decisiones en la jefatura institucional. En ese contexto, cualquier propuesta como la de Vivanco —cuando aúnexistía dicho consejo— fue archivada por decisión colegiada, no por falta de interés político o presidencial.
Este caso plantea una pregunta inquietante:¿cómo se fabrican las noticias desde dentro del Estado? La respuesta revela un entorno de pugnas internas, manipulación informativa y uso indebido de los medios públicos. Lo que debió ser un análisis de hechos verificados, terminó siendo una operación mediática con fines personales.

Cuando el periodismo se usa como arma

Panorama habría sido parte de una maniobra interna para desacreditar a un funcionario y reforzar su narrativa contra el gobierno.
El reportaje de Panorama no solo difundió información sin contexto, sino que omitió detalles esenciales: la cuña presentada es antigua, la propuesta fue desestimada y no existe nombramiento alguno que respalde el supuesto programa presidencial. La omisión de estos hechos fundamentales convierte el informe en una pieza propagandística.
Según LimaGris, este tipo de reportajes socavan la credibilidad del periodismo. Una crítica legítima al gobierno no debe apoyarse en filtraciones interesadas ni en narrativas construidas con piezas descartadas. La ética profesional exige rigor, verificación y transparencia, cualidades que brillaron por su ausencia en este caso.