Vecinos protestan por maltrato animal en Comas y exigen a las autoridades retirar a los perros víctimas de abuso y aplicar sanciones reales.
Decenas de personas se reunieron el 20 de junio en Comas para denunciar un caso de maltrato animal que involucra a una mujer que ofrece “temporales pagados” para perros rescatados. A pesar de los testimonios, videos y heridas visibles en los animales, la fiscalía y la policía no retiraron a los perros. Activistas y vecinos critican la inacción del Estado y exigen leyes más firmes contra el maltrato animal en el Perú.
La impunidad que duele
Lo que ocurrió en la urbanización Huaquillay, en Comas, no es un caso aislado. Una mujer identificada como Milagros, quien ofrece alojamientos temporales para perros rescatados a cambio de dinero, ha sido denunciada por cometer actos de maltrato animal. Videos muestran perros con hocicos amarrados con alambres, heridas sin tratar y señales evidentes de golpes. “Eso no es exageración, es crueldad”, denunció una de las manifestantes en la convocatoria realizada este 20 de junio.
Pese a la evidencia reunida por rescatistas, voluntarios y vecinos, la fiscalía y la policía que acudieron al lugar no actuaron para liberar a los animales. “Mientras estén gorditos o tengan una vacuna, dicen que no hay maltrato”, reclamó una activista. Pero las imágenes contradicen esa lógica.
Silencio institucional y presión ciudadana
Testimonios recogidos en la movilización confirman que no es la primera vez que estos casos quedan impunes. La respuesta estatal ha sido la indiferencia. Mientras tanto, los perros siguen bajo el control de una persona que, según los denunciantes, los mantiene en condiciones inaceptables.
Durante la protesta, una mujer que afirmó ser periodista intentó justificar la situación y defendió a la denunciada. Los asistentes rechazaron esta actitud. “Nos minimizó como si estuviéramos exagerando”, señaló una participante. Mientras tanto, Milagros —la persona acusada— salió a enfrentar a los manifestantes, negando toda responsabilidad.
Una exigencia que va más allá
Los manifestantes anunciaron una segunda concentración para el sábado 21 de junio a las 2:00 p.m. en el parque San Martín, en Comas. El llamado se dirige a rescatistas, adoptantes, activistas y a cualquier persona que no quiera ser cómplice del silencio. “No basta con comentar. Hay que estar”, afirman. La presión en las calles se convierte en el último recurso ante la ausencia de respuestas legales.
La situación pone en evidencia una falla estructural: aunque existen normas contra el maltrato animal en el Perú, estas no se aplican de forma efectiva. La ciudadanía exige la creación de leyes más severas y claras que sancionen con firmeza estos delitos y garanticen una intervención inmediata ante el sufrimiento animal.
La protesta en Comas revela la debilidad del sistema legal frente al maltrato animal. Las instituciones que deberían proteger a los seres vivos más vulnerables actúan con lentitud o, peor aún, no actúan. El maltrato animal no puede seguir siendo un crimen sin castigo. Esta vez, la ciudadanía no quiere mirar a otro lado. Quiere justicia real y la exige en las calles.