Falso mendigo fue detenido tras robar a mano armada en un paradero de Los Olivos; usaba una pistola falsa y un cuchillo para intimidar.
Un falso mendigo fue detenido por agentes del Grupo Terna y personal de la Municipalidad de Los Olivos tras asaltar a un joven con una pistola falsa y un objeto punzocortante en el paradero Pilas, ubicado en la Panamericana Norte. El detenido, identificado como Guainier Davilia Avaeriano, de 37 años, fingía pedir limosna para luego despojar de sus pertenencias a los transeúntes mediante amenazas. La víctima relató que lo intimidó con una pistola y un cuchillo para arrebatarle su celular y billetera. Tras huir hacia Independencia, fue capturado y trasladado a la comisaría de Sol de Oro. Las autoridades investigan su posible vínculo con otros robos similares.
Fingía mendigar para atacar
Guainier Davilia Avaeriano, de 37 años, se hacía pasar por indigente en el paradero Pilas, a la altura de la avenida Angélica Gamarra. Mientras aparentaba necesitar ayuda, elegía a sus víctimas, las abordaba y las amenazaba para robarles. Según el testimonio del joven asaltado, el sujeto utilizó una pistola y un cuchillo para obligarlo a entregar sus pertenencias.
Tras cometer el robo, Davilia huyó hacia el distrito de Independencia. Sin embargo, la rápida acción de los agentes del Grupo Terna y del Comando Yanapaqui permitió su captura. Al momento de la detención, se le encontró con objetos robados y las armas utilizadas. La pistola resultó ser falsa, pero había servido para intimidar a la víctima.
Captura y proceso legal
La intervención se logró gracias al trabajo conjunto entre la Policía Nacional y el personal de seguridad de la Municipalidad de Los Olivos. Luego de su captura, Davilia fue trasladado a la comisaría de Sol de Oro, donde se vienen realizando las diligencias del caso. Las autoridades evalúan si el detenido está implicado en otros asaltos cometidos con el mismo modus operandi.
Un delito grave
De acuerdo con el Código Penal peruano, el robo de celulares y otros objetos personales con violencia puede ser castigado con penas de entre 12 y 20 años de prisión. Aunque el arma utilizada por Davilia era falsa, su intención de amenazar con ella agrava el delito.
El caso del falso mendigo refleja una forma de violencia cotidiana en espacios públicos. No se trata de casos aislados, sino de una expresión de la exclusión social y la falta de seguridad que enfrentan los sectores populares en el país. Las autoridades aún no determinan si actuaba solo o como parte de una red delictiva.
