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Corea del Norte detiene a funcionarios por lanzamiento fallido

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El presidente de Corea del norte, Kim Jong-un, califica el accidente destructor Choe Hyon como un “acto criminal” y ordena arrestos.

Corea del Norte detuvo a cuatro funcionarios tras el accidente durante la botadura del destructor naval Choe Hyon en el astillero de Chongjin, en un hecho calificado por Kim Jong-un como un “acto criminal causado por una absoluta negligencia”. El régimen busca responsabilizar a cuadros técnicos y administrativos por el fracaso en el evento, que formaba parte de su ambicioso plan de modernización militar. Aunque minimizó los daños, Pyongyang prometió sanciones ejemplares.

Un accidente en plena exhibición del poder militar

El pasado miércoles, Corea del Norte sufrió un revés en su estrategia de fortalecimiento militar tras el fallido lanzamiento del destructor naval Choe Hyon. El accidente ocurrió en el astillero de Cheongjin, en el noreste del país, ante la presencia del líder Kim Jong-un. Durante la ceremonia de botadura, el buque sufrió una filtración de agua a través del canal de rescate, lo que provocó que se hundiera parcialmente. Las imágenes satelitales captaron el navío volcado, cubierto con lonas azules y con partes sumergidas.

El destructor, de unas 5.000 toneladas, resultó con daños visibles en el casco a estribor. El agua ingresó por la popa, lo que desestabilizó la nave. El grupo de investigación determinó que serían necesarios al menos dos o tres días para estabilizar el buque y unos diez días para restaurar los daños estructurales.

Arrestos y castigos ejemplares

Las autoridades norcoreanas anunciaron la detención de cuatro funcionarios como parte de la investigación. Entre ellos se encuentran Ri Hyong-son, vicedirector del Departamento de Industria de Municiones del Comité Central del Partido de los Trabajadores, quien reconoció ser «gran responsable» del lanzamiento fallido. También fueron arrestados Kang Jong-chol, ingeniero jefe del astillero; Han Kyong-hak, jefe del taller de construcción de cascos; y Kim Yong-hak, subdirector de asuntos administrativos. El director del astillero fue citado a declarar.

La Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA) señaló que el régimen calificó a los detenidos como «responsables del accidente». Según KCNA, la investigación se está «intensificando» y los detalles fueron informados directamente a la Comisión Militar Central del Partido de los Trabajadores.

“Acto criminal causado por negligencia”

Kim Jong-un expresó su ira públicamente. Calificó el incidente como un “acto criminal causado por un descuido absoluto”, una expresión inusualmente dura dentro de la narrativa oficial del régimen. También responsabilizó a una amplia gama de actores, desde oficiales militares hasta científicos y trabajadores de los astilleros. Para el líder norcoreano, la causa del accidente fue “la imprudencia, la irresponsabilidad y el empirismo sin base científica”.

Este reconocimiento público de fallos técnicos y castigos a funcionarios es poco común en Corea del Norte, donde el régimen suele ocultar cualquier muestra de debilidad, especialmente en sectores estratégicos como el militar. Esta vez, el bochorno internacional obligó a una reacción distinta.

Modernización militar y alianzas estratégicas

El accidente del Choe Hyon se produjo apenas un mes después de la exitosa botadura del primer destructor naval del país, un hecho que Kim celebró como un “gran avance” para la armada. El nuevo buque, el más avanzado hasta la fecha, está diseñado para portar armas modernas, incluidos misiles nucleares. Autoridades surcoreanas indicaron que probablemente fue construido con ayuda de Rusia.

El incidente refleja la presión interna por mostrar resultados en el desarrollo militar. Kim ha presentado la modernización de sus capacidades armadas como una necesidad para “repeler las amenazas” de Estados Unidos y sus aliados.

A pesar de las detenciones y la indignación oficial, el régimen asegura que el barco no sufrió daños graves. KCNA informó que “el equipo de promoción de la rehabilitación de campo está avanzando con el plan de rehabilitación según lo programado”.

Sin embargo, expertos señalan que Pyongyang estaría minimizando la magnitud del accidente para proteger su imagen y no poner en duda la viabilidad de sus planes estratégicos.

El accidente del destructor Choe Hyon y la respuesta inmediata de Kim Jong-un dejan ver cómo Corea del Norte gestiona el fracaso en proyectos clave. Aunque el régimen intenta mostrar control y capacidad de corrección, la reacción pública y los castigos ejemplares reflejan tensiones internas en una estructura militar que no tolera errores.