Delincuentes en motocicleta dispararon contra un vehículo de transporte público, matando al niño e hiriendo al conductor. La policía investiga el crimen como un posible caso de extorsión.
Un niño de seis años murió tras ser alcanzado por balas durante un ataque contra una combi en el distrito de Independencia. Los agresores, que viajaban en motocicleta, dispararon contra el conductor, José Luis Chipana León (37), pero una de las balas impactó al menor, quien viajaba con su madre. El conductor logró llevar al niño al Centro Materno Infantil cercano, pero el pequeño no sobrevivió. La policía sospecha que el ataque está vinculado a extorsiones contra transportistas de la ruta Callao-Independencia por parte de un grupo criminal autodenominado «Los Injertos del Cono Norte».
El ataque en plena madrugada
El hecho ocurrió en la madrugada del sábado 17 de mayo en el jirón Huarocondo, en Tahuantinsuyo, Independencia. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que dos sujetos en una motocicleta persiguieron la combi de la empresa Consorcio 45 y abrieron fuego. Los peritos encontraron tres impactos de bala en el lado izquierdo del vehículo.
El conductor resultó herido en una pierna pero pudo manejar hasta el centro de salud más cercano. Luego, lo trasladaron al Hospital Cayetano Heredia en San Martín de Porres. La madre del niño, quien viajaba con él en la parte trasera, confirmó su muerte. «Su mamá es quien nos acaba de decir […] que el bebé ha fallecido», relató una familiar a RPP.
Extorsión y amenazas previas
Transportistas de la misma ruta denunciaron que días antes recibieron amenazas de «Los Injertos del Cono Norte», un grupo que exige pagos a cambio de «protección». «Han dejado una amenaza a todos los transportistas de que se alineen. Son ‘Los Injertos del Norte’. Están amenazados ahorita todos los transportistas. Entonces, ellos por dar una advertencia para que paguen, es que han disparado contra la combi. Lamentablemente, le cayó al niño y perdió la vida», explicó uno de los afectados.
Los trabajadores del transporte expresaron su temor y frustración por la falta de seguridad en paraderos críticos de la zona. A pesar de las denuncias previas, las autoridades no evitaron el ataque.
Un crimen que refleja la crisis de seguridad
Este caso evidencia el aumento de la violencia ligada a la extorsión en el transporte público limeño. Grupos criminales operan con impunidad, mientras conductores y pasajeros pagan las consecuencias. La muerte del menor ha generado indignación, pero también cuestionamientos sobre la efectividad de las medidas policiales para frenar estas redes delictivas.
Hasta ahora, no hay detenidos por el crimen. La investigación sigue en curso, pero los transportistas exigen mayor presencia policial y acciones concretas para evitar más ataques. Mientras tanto, las combis siguen circulando bajo la sombra de nuevas amenazas.