Los dirigentes de San Marcos denuncian la presencia de arsénico y plomo en la sangre de los habitantes, tras 24 años de explotación minera por parte de Antamina, y exigen a las autoridades y a la empresa tomar medidas urgentes para proteger la salud de la población.
San Marcos, Áncash – Dirigentes de diversas comunidades de San Marcos han alzado su voz de protesta contra la empresa minera Antamina, denunciando graves problemas de contaminación y desatención por parte de las autoridades gubernamentales. En una reciente reunión transmitida por radio, representantes de los frentes de defensa de San Marcos, Carhuayoc y Chavín de Huántar expusieron su preocupación por la falta de acceso a agua potable, la contaminación de fuentes hídricas y los altos niveles de metales pesados en la población.
Según Julio Rímac, presidente del Frente de Defensa en Protección al Medio Ambiente, después de 24 años de operaciones mineras en San Marcos, el 18 % de la población no cuenta con agua potable y el 45 % de los habitantes sufre de desnutrición y anemia. “Las autoridades pretenden camuflar la realidad mientras la minería sigue explotando nuestros recursos sin dejarnos beneficios reales”, afirmó.
Uno de los puntos más alarmantes es la presunta contaminación con arsénico y plomo en la sangre de los pobladores. Según documentos presentados por los dirigentes, algunos casos sobrepasan los límites máximos permisibles. David Marcelino Guerra Salazar, presidente del Frente de Defensa de Carhuayoc, señaló que lagunas y ríos han sido secados o contaminados debido a las actividades mineras.
En respuesta a estas denuncias, los dirigentes han gestionado la presencia de representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), el Ministerio de Energía y Minas, el Ministerio del Ambiente y la Defensoría del Pueblo en San Marcos el próximo 21 de abril. En esta reunión, los pobladores exigirán la realización de estudios de salud y ambientales para determinar el impacto real de la actividad minera en la zona.
Joel Muñoz, presidente del Frente de Defensa de Chavín de Huántar, convocó a la población a participar en la reunión y enfatizó que “es momento de despertar y exigir a Antamina que asuma su responsabilidad social”. Según Muñoz, pruebas médicas han revelado la presencia de hasta 240 microgramos de arsénico en la sangre de niños de la zona, cuando el límite máximo permitido es de 20 microgramos por litro.
Los dirigentes recalcaron que no están en contra de la minería, sino de sus impactos negativos no mitigados. “No somos antimineros, somos personas leales y transparentes que defendemos los derechos de nuestras comunidades”, puntualizaron.
Los pobladores esperan que esta reunión con las autoridades conduzca a la implementación de medidas urgentes para garantizar la salud y el bienestar de la población de San Marcos, afectada por años de explotación minera sin un control adecuado de sus efectos ambientales y sociales.