En menos de una semana, el líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón —actualmente puesto a buen recaudo de la justicia— ha obtenido dos fallos favorables que dejan sin efecto las condenas en su contra.
A solo un día de que la Corte Suprema absolviera en el caso Aeródromo Wanka a Vladimir Cerrón, ahora el Tribunal Constitucional ha anulado las sentencias del caso La Oroya que pesaban aún sobre el líder de Perú Libre.
El TC anuló su condena de 4 años de prisión suspendida por el caso La Oroya, bajo el delito de negociación incompatible. Sin embargo, aún enfrenta prisión preventiva por el caso Dinámicos del Centro y además debe pagar reparaciones civiles.

Un fallo dividido y cuestionamientos a la motivación judicial
El TC, en una ajustada votación (4-3), declaró nulas las sentencias de primera y segunda instancia contra Vladimir Cerrón en el caso La Oroya, argumentando que carecían de «debida motivación».
Los magistrados que apoyaron el habeas corpus, Helder Domínguez, Francisco Morales, Gustavo Gutiérrez y Pedro Hernández (ponente), determinaron que Cerrón fue condenado por hechos no incluidos en la acusación fiscal.
Según el TC, la Fiscalía acusó a Cerrón de presionar a la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) para que pagara mayores gastos al Consorcio Altiplano, pero las sentencias lo condenaron por un hecho distinto: la ampliación del plazo de obra «Mejoramiento y Ampliación del sistema de agua potable y alcantarillado de la ciudad de La Oroya», lo que generó un supuesto sobrecosto de 850,000 soles.
«La propia sentencia condenatoria expresa que ese no es el único hecho por el que se acredita la responsabilidad penal del favorecido (Cerrón), sino que también resultan relevantes los hechos previos, pero sin precisar cuáles», señala el fallo.
El TC advierte sobre la «criminalización del derecho administrativo»
El tribunal cuestionó que las sentencias se basaran en «máximas de experiencia» en lugar de pruebas concretas sobre un «interés indebido» por parte de Cerrón.
En el fundamento 23, el TC advirtió:
«No basta con recurrir a las ‘máximas de la experiencia’ para concluir que cuando haya irregularidades administrativas resulta probable el interés del servidor […] Caso contrario, se podría paralizar la administración pública por una criminalización del derecho administrativo, lo cual implicaría una expansión peligrosa del poder punitivo del Estado».
Con este argumento, el TC ordenó al Juzgado Penal emitir un nuevo fallo, reiniciando el proceso.

Disidencias en el TC: ¿Injerencia en la justicia ordinaria?
Los magistrados Luz Pacheco, Manuel Monteagudo y César Ochoa votaron en contra, sosteniendo que las sentencias sí estaban motivadas y que el TC no debe reevaluar pruebas. Pacheco defendió que la acusación fiscal fue respetada, mientras que Monteagudo y Ochoa señalaron que revisar pruebas es competencia de la justicia penal, no constitucional.
Situación legal de Cerrón
Aunque el TC anuló la condena, Cerrón aún enfrenta:
– Prisión preventiva por el caso Los Dinámicos del Centro, la cual será revisada en abril.
– Reparación civil de 850,000 soles por el caso La Oroya, no anulada por el TC.
– Pago solidario de 250,000 soles por el caso Aeródromo Wanka, pese a su absolución por la Corte Suprema.
¿Sistema judicial inconsistente?
El caso revela falencias procesales que llevan a anulaciones, pero también plantea dudas: ¿Por qué el sistema condena primero y revisa después? ¿Es la justicia peruana reactiva en lugar de precisa? Mientras Cerrón evade la cárcel, el mensaje es ambiguo: ¿errores judiciales o persecución política?
El TC exige certeza penal, no presunciones, pero la ciudadanía sigue esperando coherencia en una justicia que, para muchos, parece más volátil que garantista.