LAULTIMA ESPECTÁCULOS
- Doña Josefina Carrillo Ramos. Tiene 100 años y 9 meses. Camina sin dificultad, le gusta hacer crucigramas y leer periódicos.
*En entrevista para el Diario UNO y La Ultima Digital, nos cuenta el secreto de su longevidad y cómo era de niña la popular ‘pindonga’
Foto y texto: Kevin Eneque
Es lunes y son las tres de la tarde, Doña Josefina está tomando sol en el patio de su casa en Maranga, Zelma sale a nuestro encuentro y nos dice: “es la primera entrevista que dará mi mamá a un medio escrito. Está un poco nerviosa”. No te preocupes, conversaremos los tres, respondo.
- Doña Josefina, buenas tardes, ¿cuál es su fecha de nacimiento?
Nací el 4 de junio de 1924 en la ciudad de Chiquian, en Huaraz. Un lugar conocido como “El espejito del cielo”, lo llaman así porque tiene paisajes preciosos. El presidente de entonces era Augusto Leguía. - ¿Y algún recuerdo de su niñez?
A mi abuelito Manuel Ramos Morán. Yo tenía seis a siete años, era su nieta preferida. También recuerdo que cuando estaba en secundaria ocurrió el aluvión de Huaraz. Junto con mis padres y mis hermanos salvamos de morir, gracias a que subimos al cementerio, que era el lugar más alto. Al día siguiente fue triste ver como las aguas arrastraban cadáveres por las calles. - Zelma, tu mamá tiene mente lucida, ¿a qué le atribuyes?
Mi madre tuvo desde niña una muy buena alimentación. Se crio en el campo con productos naturales. Leche fresca, verduras y carne de animales que sus padres criaban. Su núcleo familiar es muy fuerte. Su padre vivió hasta los 102 años y una tía hasta los 101.
DOÑA JOSEFINA, VIDA FAMILIAR Y SALUD
Doña Josefina es la mayor de diez hermanos; cuatro ya partieron. Fue profesora, egresada de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Su esposo – también profesor- se llamó Alejandro Gálvez. Tuvieron 14 hijos, de ellos 9 están vivos.
- Doña Josefina, ¿dónde se desempeñó como profesora?
Junto con mi esposo, nos enviaron a trabajar a Yaurisque. Era un pueblito triste y abandonado del Cusco. El único colegio del lugar no tenía bancas, los niños se sentaban sobre ladrillos. Estuvimos un año, conocí la extrema pobreza de cerca. Años después me tocó enseñar en el Callao, fue en horario nocturno a personas adultas, la mayoría de ellos eran pescadores. En algún momento también conducía mi carro y hacía movilidad escolar. - Zelma, tu madre fue muy trabajadora…
Y sobre todo muy ordenada y con carácter. Siempre admiré de ella su deseo de trabajar y sacar sus hijos adelante. En la actualidad, gracias a Dios, conserva vigor y lo maneja de la mejor manera, en su edad dorada. - ¿Y cómo es su día a día?
Se desplaza sola en casa, cuida sus plantas, hace su crucigrama, lee periódicos. Eso sí, con los cuidados del caso y el apoyo de tres personas que, en diferentes turnos, por precaución controlan sus valores de salud. Afortunadamente no presenta ninguna afección. - Doña Josefina, ¿y cómo era de niña Zelma?
(Risas) es una de mis últimas hijas, y como toda niña, inquieta, traviesa, curiosa. Pero eso sí, obediente y mucho le atraía la actuación. Era la actriz de la casa. Recuerdo que cuando se acercaba el Día de la Madre, se organizaba con sus hermanos para dedicarme poemas.
DÍA DE LA MUJER, AYER Y HOY
- Zelma, con ocasión del Día Internacional de la Mujer, ¿observas igualdad en nuestra sociedad?
Igualdad nunca va a existir. El hombre y su fuerza física; la mujer y su sensibilidad. La mujer hoy en día tiene otro despertar. Ya no es sumisa, ni callada. Está superándose, es disciplinada, emprendedora y se hace respetar. Lamentablemente por quererse superar y desarrollar siguen ocurriendo tanto feminicidio. - Además de actriz, también eres una mujer emprendedora…
Mi carrera artística tiene mucho que ver mi amigo Carlos Álvarez. Mi agradecimiento eterno por su confianza y cariño. Y bueno, como emprendedora llevo adelante mi empresa D´Promart hace 34 años. Está dedicada a la organización de eventos artísticos corporativos. Hemos trabajado con circos, teatros y artistas como Pedro Suarez Vertíz y Corazón Serrano. En campañas hemos promovido empleo para más de cien personas. Gracias a Dios combiné mi pasión al arte con mis estudios universitarios de administración. - Doña Josefina, los tiempos cambiaron, ¿cómo ve a la mujer peruana de hoy?
Así es, los tiempos han cambiado. Hoy tiene mayor participación y va a la par del hombre. Pero todavía queda mucho por hacer. A todas les digo que no desmayen, busquen siempre desarrollarse y juntarse. A mi edad todavía yo me reúno con mis amigas, los días 20 de cada mes a partir de las tres de la tarde. Un padre nos da la bendición e iniciamos el Rosario de la Divina Misericordia, luego un compartir y allí nos contamos nuestras alegrías y penas. Nos aconsejamos entre nosotras y buscamos levantar la moral a la amiga que esté pasando algún momento difícil.
Dato
Según el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil – RENIEC, existen más de 8 mil peruanos con más de cien años de edad.
