Al cierre del ciclo escolar es crucial reflexionar sobre el bienestar emocional y psicológico de las niñas, niños y adolescentes (NNA). En un contexto donde las cifras de violencia escolar aumentan — según el reporte SiseVe del Ministerio de Educación, con 1972 casos de bullying en 2023 y 1813 reportados hasta mayo de 2024—, la Red Infanto-Juvenil por el Buen Vivir (REDINJUV) resalta la importancia de escuchar las voces de los NNA (niños, niñas y adolescentes) y empoderarlos en su participación activa para enfrentar estas problemáticas.
El proyecto Partinfancia, que busca fortalecer el protagonismo de las infancias en Perú y Bolivia, ha sido clave para articular espacios donde niñas, niños y adolescentes puedan expresar sus experiencias, identificar situaciones de violencia y actuar como agentes de cambio en sus comunidades. REDINJUV, como parte de esta iniciativa, promueve la formación de delegaciones juveniles que organizan charlas en colegios, creando entornos de confianza donde los NNA se sienten escuchados y apoyados.
Indicadores para identificar violencia
La violencia que afecta a niñas, niños y adolescentes puede manifestarse de diferentes formas. REDINJUV comparte algunos indicadores clave para ayudar a padres, docentes y cuidadores a detectar situaciones de violencia:
Cambios en el comportamiento emocional: Retraimiento, irritabilidad, tristeza prolongada, miedo excesivo, alteraciones en el sueño o apetito.
Alteraciones en el rendimiento académico: Pérdida de motivación, desconcentración y bajo rendimiento en actividades que antes les entusiasmaban.
Lesiones físicas inexplicables: Presencia de moretones, quemaduras o heridas recurrentes sin una explicación coherente.
Conductas sexuales inapropiadas: Comentarios o comportamientos que no son propios de su edad, lo que podría indicar abuso sexual.
Conductas autodestructivas: Cortarse o hacerse daño físico, lo cual puede ser un indicador de un profundo dolor emocional.
La importancia del protagonismo juvenil
“La participación de los niños no solo consiste en que conozcan sus derechos, sino en que puedan apropiarse de ellos y actuar para protegerlos,” comenta Nicolle de la Cruz, acompañante de REDINJUV. “Cuando escuchamos sus experiencias, damos el primer paso para garantizar su protección y bienestar.”
A través de dinámicas como la formación entre pares, los NNA no solo abordan temas como el acoso escolar, la violencia familiar y la salud mental, sino que también promueven soluciones efectivas en articulación con autoridades locales, docentes y familias.
El proyecto Partinfancia ha impulsado el protagonismo de las infancias como parte de una estrategia integral de incidencia política. Durante su implementación, niñas, niños y jóvenes participaron en reuniones con autoridades para abordar temas como la violencia escolar, la protección de la madre tierra y la promoción de entornos libres de discriminación. Estas iniciativas refuerzan la idea de que sus voces deben ser escuchadas y tomadas en cuenta en la toma de decisiones.
Un llamado a la acción
«Los niños tienen derecho a denunciar, a ser escuchados y a recibir un acompañamiento adecuado. Es nuestra responsabilidad como sociedad ofrecerles las herramientas y el apoyo necesario para que se sientan protegidos y empoderados,» enfatizan desde REDINJUV.
Al cierre del año escolar, el mensaje de REDINJUV es claro: garantizar espacios seguros donde los NNA puedan participar activamente y ser protagonistas es esencial para construir un futuro más equitativo. El legado del proyecto Partinfancia nos recuerda que el cambio comienza cuando las voces de las infancias son reconocidas, valoradas y protegidas.