En otro lenguaje
Por: Jaime Asián Domínguez
Hasta hace poco todos los caminos conducían a Chancay, provincia de Huaral, para degustar el mejor chancho al palo, con su crujiente pellejito, y, de postre, visitar el Castillo de Chancay, hermosa infraestructura turística levantada al borde del acantilado y bañada por la brisa del mar de Miguel Grau. Hoy Chancay, además de ofrecer chicharrones y parte del legado virreinal, se ha embarcado en un inexorable viaje hacia la trascendencia económica a nivel mundial con un megapuerto multipropósito que ya levantó el recelo de los chilenos.
Y Xi Jinping, chino de risa durante la ceremonia de inauguración, lo dijo bien: El primer centro portuario tecnológico y logístico regional “es el nuevo punto de partida del gran camino inca de una nueva era. De Chancay a Shanghái”. Como lo apuntamos aquí, el presidente de la República Popular China no llegó a la ciudad del Norte Chico por “cuestiones de seguridad” y, entonces, de la algarabía por el punto de partida, debemos pasar al trabajo en la seguridad, soporte social y atmósfera de tranquilidad que demanda una obra de esta importancia.
Insistimos: todo apunta a que Chancay, un distrito costero que no pasa de los 60 mil habitantes, se transformará en una gigantesca zona comercial y logística y que tendrá un papel económico y estratégico protagónico en el Pacífico. No en balde, la apertura oficial del megapuerto, literalmente, se convirtió en el plato fuerte de la cumbre APEC sin que sea necesariamente parte de la agenda. “Se avanzó en la visión de desarrollo económico en la región”, expresó Dina Boluarte al clausurar el foro económico, lo que denota que lo tangible por estos días es el terminal portuario.
Ya que hablamos de la mandataria peruana, la organización del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico y la puesta en marcha del megapuerto de capitales chinos son hasta el momento lo mejor que ha hecho desde que se sentó en Palacio de Gobierno. Muchos renegaron por el cierre de varias vías, sin embargo, resultaba necesario porque tenemos un país convulso y, con Xi Jinping y Joe Biden en Lima, más vale prevenir que hacer un papelón.
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(Sumilla)
“Chancay, un distrito costero que no pasa de los 60 mil habitantes, se transformará en una gigantesca zona comercial y logística”.
