Home ACTUALIDAD «Prisión preventiva es condena anticipada y vulnera derecho a presunción de inocencia»

«Prisión preventiva es condena anticipada y vulnera derecho a presunción de inocencia»

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EX PREMIER Antero Flores Aráoz afirma que es un abuso contra los investigados, pero aún está en la ley. Demanda al Congreso modificar esa norma.

Las prisiones preventivas son “doctrinariamente un
abuso y una sentencia condenatoria anticipada”, afirmó ayer el ex primer ministro y constitucionalista Antero Flores Araoz, y demandó al Congreso modificar la ley que regula la aplicación de esta medida contraria a la libertad de un investigado.
“No se puede encarcelar a una persona por 36 meses o tres años para que el fiscal pueda hacer su trabajo, donde se ha visto eso, no se puede permitir este abuso que vulnera y no respeta la presunción de la inocencia de un investigado”, expresó Flores Araoz, también ex ministro de Defensa y ex presidente del Congreso en el 2004.
Precisó que meter preso a un investigado para que supuestamente no entorpezca la labor del fiscal, también refleja las enormes carencias y la lentitud que tiene el Ministerio Público en sus funciones, pero el que termina pagando las consecuencias es el que termina preso sin tener sentencia.
“Este es un abuso por donde se mire y no se pue- de seguir repitiendo como pretenden algunos fiscales”,dijo Flores Araoz, que evitó mencionar casos directos, siendo el más notorio el de la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, que estuvo con prisión preventiva tres veces, por más de dos años y recién hace un mes empezó su juicio oral.

LABOR DEL CONGRESO
Flores Araoz, que fue tres veces congresista y constituyente en 1992, advirtió que fiscales y jueces que aplican la prisión preventiva, lamentablemente, lo hacen porque esta medida draconiana está en la ley y, por tanto, los magistrados no cometen ningún delito en aplicar la ley vigente.

“Aquí la responsabilidad directa es del Congreso y los congresistas, que deben darse el trabajo de modificar la ley o hacerla más precisa y definida, de manera que los fiscales y jueces solo apliquen la prisión preventiva en casos específicos y comprobables y no alegremente como ahora”, expresó el jurista y ex congresista.
En este punto, Flores Araoz discrepó con el planteamiento del abogado Humberto Abanto, quien afirmó a diario Uno que los magistrados que apliquen la prisión preventiva, sin pruebas sólidas y contundentes, deberían ser sancionados y denunciados por cometer el delito de prevaricato.
“Los jueces y fiscales que aplican la prisión preventiva solo cumplen con la ley vigente, y esta solo puede ser cambiada, modificada o dejada sin efecto por otra ley, y esa es tarea y obligación de
los congresistas, ellos deben preocuparse de regular los alcances y aplicación de una medida tan dura”, expresó.
LA ÚLTIMA PALABRA
En entrevista telefónica con diario Uno, el ex ministro y ex congresista también advirtió que los fiscales pueden solicitar la prisión preventiva por diez, veinte o treinta y seis meses, pero el juez tiene la última palabra y será el que apruebe o rechace las solicitudes desde el Ministerio Público.
“Los jueces deben ser conscientes que está en juego la libertad de una persona y, siempre ciñéndose a la ley, deben sopesar y evaluar a fondo los fundamentos de los fiscales para enviar a alguien a prisión preventiva, ellos tienen esa enorme responsabilidad”, anotó.

Reiteró, al respecto, que disponer una prisión preventiva viene a ser una “sentencia anticipada” que arrasa con el principio reconocido universalmente de la presunción de inocencia, por el cual una persona es culpable hasta que se demuestra su culpabilidad y por tanto se le dicte una sentencia definitiva.

En el caso peruano, especialmente en los últimos ocho años, son numerosos los casos  especialmente en los casos vinculados a hechos de corrupción o ligados al gobierno- que se ha enviado a prisión preventiva a decenas de personas, las que luego de varios meses han recuperado su libertad. Flores Araoz anotó que
el Ministerio Público debe actualizar y agilizar sus procedimientos, de manera que sus investigaciones no demoren tanto y así tampoco haya necesidad de aplicar la prisión preventiva en forma indiscriminada, o sin tener las pruebas suficientes que la sustenten.