LIDERESA DE FP y 40 acusados se reservan derecho a declarar y buscan estrategia para dilatar el proceso.
En una audaz maniobra legal, Keiko Fujimori, la líder de Fuerza Popular, ha negado todos los cargos en su contra durante la audiencia del caso Cócteles, que involucra acusaciones de lavado de activos y otros delitos. La postura de Fujimori y de los otros 40 acusados incluye también el rechazo a la reparación civil de 151 millones de soles que el Ministerio Público reclama al grupo.
Al negarse a aceptar los cargos y la reparación, y reservarse el derecho de declarar en cualquier
momento del juicio, Fujimori parece buscar una estrategia para dilatar el proceso y evitar una resolución definitiva.
La táctica de Fujimori, según su abogada Giuliana Loza, está diseñada para mantener flexibilidad en la defensa y posiblemente influir en la dirección del juicio. Este enfoque genera incertidumbre en el desarrollo del proceso judicial y retrasa la clarificación de los hechos vinculados a los aportes a sus campañas presidenciales de 2011 y 2016.
Al no declarar y al desafiar los cargos de manera contundente, la lideresa de Fuerza Popular se en- frenta a la posibilidad de recibir una sentencia de hasta 30 años y 10 meses de prisión si es hallada culpable.
Mientras tanto, el Tercer Juzgado Penal Colegiado Nacional ha decidido reprogramar la audiencia para hoy 13 de agosto, enfocándose en el debate de nuevas pruebas presentadas por el fiscal José Domingo Pérez. Esta decisión pone de relieve la batalla legal en curso, en la que el fiscal busca probar la culpabilidad de Fujimori y los demás acusados, mientras que la defensa continúa tratando de desacreditar el proceso.
Datos: LA SITUACIÓN también ha generado una controversia sobre la transparencia y la imparcialidad del juicio, con las partes en conflicto utilizando cada herramienta a su disposición para influir en el resultado final.