En otro lenguaje
Por: Jaime Asián Domínguez (*)
El inefable Darwin Espinoza nos acaba de recordar que tenemos al frente el peor Congreso de los anales de la historia. Con la evidencia encima de que hizo un trueque con la no menos resistida Kira Alcarraz para favorecer a Stephanía Cuya, la mujer del selfie calentón, ahora -bajo el lema ‘mal de muchos, consuelo de tontos’- saca del clóset del escándalo a “congresistas homosexuales que contratan como asesores a sus maridos, a sus parejas”, con lo que se acentúa el mal olor en este Parlamento.
Los “Robaluz”, “Mataperro”, “Comepollo”, “Lavapiés” y “Certificadosbamba” de quinquenios pasados resultan unos bebés de pecho en estos tiempos ante una flora y fauna legislativa integrada por violadores, mochasueldos y especímenes variopintos a los que les interesa un bledo las expectativas de sus electores. Que entre gallos y medianoche se hayan aumentado el sueldo en más de tres mil soles, mientras el pueblo hace magia para llenar la olla, los pinta de cuerpo entero.
Y se equivocan quienes creen que los “otorongos” nos están haciendo un favor al soltar cuatro UIT de nuestras cuentas AFPs y el 100% de la Compensación por Tiempo de Servicio (CTS) hasta fin de año. Populismo barato y nada más. Jaime Quito, que no es santo de nuestra devoción, finalmente ha dicho algo cuerdo: “No es adecuado que estemos raspando los bolsillos de los trabajadores, como si ellos tuviesen que resolver la crisis económica en que nos ha metido este gobierno”.
Y parece que seguiremos viendo esta retahíla de parlamentarios que solo buscan vivir al Estado porque habrá bicameralidad y los “padres de la patria” de hoy, con todas sus manías, bien pueden cobijarse en cualquiera de las dos cámaras en razón de la reelección inmediata que ellos mismos aprobaron. Insistimos: estamos frente al peor Congreso de todos los tiempos, que no representa a nadie, y ya no vale decir qué estaremos pagando sino por qué no votamos mejor.
(*) Periodista y Consultor de contenidos
“Resultan unos bebés de pecho en estos tiempos ante una flora y fauna legislativa integrada por violadores, mochasueldos y especímenes variopintos”.