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Corrupción en el Sector de Salud Peruano

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Por: Ing. Patricio Bracamonte Montes

(Especialista en Sistemas de Gestión Eléctrica)

Puedo afirmar sin lugar a equivocarme que el principal enemigo de la salud en el Perú, es la corrupción.

Si bien tenemos corrupción en todos los sectores y atraviesa vertical y horizontalmente todos los estamentos públicos y privados, toma mayor relevancia por su consecuencia sobre la vida y muerte de muchos peruanos a consecuencia de un sistema débil y poco organizado de salud en el Perú.

Si bien es cierto, la corrupción en el sector salud, ocurre en todos los países, ataca más a las organizaciones de salud más débiles, pues políticos, profesionales y individuos de todos los niveles sociales, están involucrados como se puede notar en una vasta información documentada en el último siglo.

Esta corrupción no solo implica que algún personal gane dinero mal habido, sino también requiere de actos inmorales de algunos que prestar servicios de salud directo a sus pacientes, pero también corrupción en las autoridades políticas y medicas del sector.  Según la Revista The Lancet Regional Health Américas abril 2024, se pierden por corrupción global en salud US$3.5 Trillones por año, convirtiéndose la corrupción en salud en un tema tratado con prioridad en convenciones médicas y cursos universitarios como medidas para combatir la corrupción en el cuidado de la salud.

Un caso de estudio de corrupción en salud y probablemente el mas grande en la historia medica del Perú, lo vienen presentado en diferentes fórums médicos, y es el relativo al escandalo de la pandemia por Covid – 19, la cual mato a mas de 200,000 peruanos.  Aquí, millones de personas esperaban la llegada del primer lote de las vacunas contra el Covid-19 de Sinopharm a comienzos del año 2021. 

Durante, el segundo semestre del 2020, se realizaban unos ensayos clínicos con esta vacuna, el cual involucro a diferentes personalidades de reputación médicas, universitarias y políticas, cuando llego el primer lote en febrero del 2021, destinado únicamente para personal medico trabajando en la primera línea de atención y salas de emergencia, ocurrió que cientos de personas no relacionadas con los ensayos y lejos de estar enfrentando el Covid – 19, se vacunaron en secreto y además otro grupo grande de estas personas habían recibido la vacunas meses atrás, este caso de vergüenza nacional, antiético y corrupto, se conoció como el “vacunagate”, se lograron identificar 487 personas, entre otros políticos, autoridades médicas, presidente, empresarios y otros relacionados con este grupo, fueron los mal beneficiados con la vacuna, han pasado tres años desde que se hizo publico este acto corrupto, el cual a la fecha se mantiene solo tuvo sanciones políticas para los mas visibles, no llega a tener justicia, para los miles de peruanos con familiares fallecidos por el mal manejo de la pandemia en Perú.

Este caso representa, un ejemplo indebido de como el poder y la influencia pueden pisotear los principios éticos fundamentales durante una emergencia medica global.  Mostrando la corrupción en los mas altos niveles en las autoridades de salud de nuestro país.

Tenemos diversos casos de corrupción medica de otros indoles, como boicots contra equipo médico esencial en los hospitales públicos con la finalidad de ofrecerles alternativas a esos equipos en centros médicos privados relacionados con los médicos que comisionan o se benefician de otras maneras con la inoperatividad de estos equipos, y la necesidad de estos pacientes que acuden a los centros médicos públicos. 

También, nuestras organizaciones débiles, poco organizadas, no digitalizadas, son propicias para que el personal de salud poco ético alguno, se aproveche ausentándose de sus puestos y trabajando en centro privados en simultaneo, beneficiándose indebidamente por ambos lados.  

Tenemos también cadenas de comisiones entre personal de salud y diferentes laboratorios, fabricantes y distribuidores de equipamiento medico y servicios profesionales, que muchas veces recomiendan o recetan siguiendo intereses personales que profesionales demostrando un claro conflicto de intereses.

Este fenómeno de corrupción en el sector de salud requiere de acciones urgentes, que según los expertos crean una crisis de salud que mas tiene que ver con los efectos de la corrupción que con la falta de dinero en el sector. 

Es claro que los países con una mayor corrupción en este sector están asociados con menores niveles de gasto sanitario y resulta en peores resultados de salud.

Se hace necesario crear una política para abordar la corrupción como una forma de lograr la universalidad de la salud, pues la corrupción socava toda atención sanitaria.  Pero la pregunta, siempre es la misma, ¿cómo solucionar el problema de la corrupción, si en el caso peruano las altas autoridades sanitarias y políticas están involucradas? 

Por ello, es necesario proponer medidas anticorrupción, como la transparencia y la rendición de cuentas, que deben ser partes indisolubles del sistema de salud pública, transparentar los contratos de representación y servicios con los fabricantes y laboratorios médicos con los profesionales públicos, centrarse principalmente en la prevención de actos no éticos y de conflictos de interese de la comunidad médica.

Enfrentar la corrupción con medidas preventivas y no permitir la impunidad como norma, como en el caso del “vacunagate”, el cual hasta la fecha requiere de un mensaje claro de arrepentimiento de lo sucedido mas que buscar excusas por este proceso antiético, identificar a los sospechosos de corrupción requiere de la colaboración a todos los niveles de la sociedad y justicia, que debe incluir también a la prensa y otros colaboradores que ayuden a combatirla. 

Una organización de salud administrativamente fuerte, será menos afectada por la corrupción y tendremos un país mas saludable, con una expectativa de vida de sus ciudadanos mayor.  Por otro lado, la indiferencia ante los actos de corrupción, solo crean gastos indebidos y una pobre atención de salud, es necesario crear una cultura fuerte de integridad en contra de la corrupción.   Crear esta cultura requiere de cambiar las estructuras antiéticas que hoy la gobiernan en el país  y reforzar la educación con valores en las nuevas generaciones. .(pbracamonte@soltec-corp.com).