En Otro Lenguaje
Por: Jaime Asián Domínguez (*)
Cuando un gobierno practica el futurismo, es decir la política del “SE HARÁ”, sin entrar a la resolución inmediata, aquí y ahora, de los problemas nacionales, despojándose de la parsimonia funcional, simplemente está condenado al descrédito y la animadversión ciudadana, y esto es lo que está ocurriendo con la gestión de la presidenta Dina Boluarte, que en los mejores casos llega al 85% de desaprobación ciudadana.
Pruebas al canto: ayer, primer día del nuevo año y cuando el mensaje ya debería estar recargado y exento de dilaciones, el diario oficial El Peruano, en la línea de la mandataria, titula en su portada: “Impulso a economía y lucha contra el crimen SERÁN prioritarios”. Entonces, ¿en el 2023 no lo fueron? Y la bajada incide en lo mismo: “Jefa de Estado subraya que el Ejecutivo SE CENTRARÁ en cerrar brechas y mejorar servicios en salud, educación, saneamiento e inclusión”.
El día anterior, o sea el 31, fin de año y momento preciso para regalos tangibles, El Peruano (insistimos, diario oficial) puso en su carátula: “2024 SERÁ el año del relanzamiento de la economía”. La fuente, esta vez el jefe del Gabinete Ministerial, Alberto Otárola, colocó la cereza en la torta futurista, del mañana: “Enfatiza que HABRÁ más policías en las calles y que efectivos ASUMIRÁN patrullaje integrado”.
Si el embalse de incapacidad se fusiona con un mensaje comunicacional vendehúmo, carente de contraste con la realidad (como hemos visto en este pequeño análisis morfosintáctico), el panorama para nuestro país se torna sombrío en este 2024, denominado “Año del Bicentenario, de la consolidación de nuestra Independencia y de la conmemoración de las heroicas batallas de Junín y Ayacucho”. ¿? El mejor homenaje a la Patria es liberándola de tanto delincuente.
