La Policía Nacional del Perú (PNP) calificó la liberación de los 28 ciudadanos extranjeros intervenidos en un ‘búnker’ del distrito de Pachacámac, al sur de Lima, como un nuevo golpe contra lo que debe de ser la administración de justicia en el Perú.
Así lo consideró el general Oscar Arriola, jefe de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (Dinincri) de la PNP, quien se mostró en desacuerdo total con la decisión de la jueza Leny Zapata Andia, titular del Juzgado de Investigación Preparatoria Permanente.
«No hay una explicación. Mejor dicho, si la hay. Por supuesto que la hay. La jueza que ha emitido esta decisión esta amenazada o algo pasa ahí, pero tiene que revisarse inmediatamente», dijo en declaraciones a Andina al Día.
En su opinión, cuando se revise esta orden en una instancia superior y se revoque la decisión judicial o de nuevo se ordene la detención de estas personas, lamentablemente ya no van a estar en el Perú.
“No creo, sería una traición”, dijo el coronel de la Policía Nacional del Perú, Víctor Revoredo, al recibir la noticia de que el Poder Judicial había terminado de liberar a los 28 sujetos extranjeros que pertenecerían a ‘Los Penecos del Sur’, una banda criminal que tendría nexos con el ‘Tren de Aragua’, y que fueron capturados en noviembre pasado en un búnker de Pachacámac.
El pasado 21 de noviembre, personal de la División de Investigación Criminal de la PNP realizó un operativo sorpresa en una vivienda ubicada en la avenida Prolongación Parca. En el lugar, se encontraban mujeres y hombres de nacionalidad venezolana y colombiana, además de un arsenal de armas de fuego, granadas, drogas y otros.
Antecedentes
El caso ‘Bunker’ implica a aproximadamente 30 presuntos delincuentes -la mayoría extranjeros- que fueron detenidos en un inmueble del distrito limeño de Pachacámac por la Policía.
Los implicados fueron detenidos en posesión de marihuana, pasta básica de cocaína, droga sintética (tussi) y armas de fuego. Se trataría de integrantes de la banda criminal los Penecos del Sur, quienes fueron trasladados a las instalaciones de la División de Investigación Criminal (Dirincri).
Durante la incursión, los agentes fueron objeto de un ataque con una granada. Además, se logró la incautación de dos pistolas completamente cargadas, identificando plenamente a los individuos que las portaban. En el lugar también se descubrió una cantidad de droga que estaba siendo procesada de manera artesanal.
Estos sujetos luego quedaron en libertad por disposición de la jueza Zapata por no encontrar pruebas suficientes para aplicarles detención preventiva. En tal sentido, se les aplicó medida de comparecencia.