Lo logró. Carlos Alcaraz, número uno del mundo, se coronó el domingo nuevo campeón de Wimbledon derrotando en cinco sets al defensor del título, Novak Djokovic, que no perdía un partido en la pista central del All England Club desde hacía 10 años.
El español de 20 años se impuso al veterano serbio, que buscaba su octavo trofeo en Wimbledon y su 24º de Grand Slam, por 1-6, 7-6 (8/6), 6-1, 3-6 y 6-4 en cuatro horas y 42 minutos.
El más joven de los números unos del tenis, Alcaraz, que ya tenía en su haber el Abierto de Estados Unidos de 2022, levanta así su segunda copa de un Grand Slam en su tercera participación en Londres y sobre una superficie, la hierba, que hasta hace poco apenas conocía. El partido vio al español ir de menos, a más… y a mucho más.
Y al serbio de 36 años, el hombre con más títulos de Grand Slam de la historia del tenis, acabó desquiciado, al punto de destrozar una raqueta contra el poste de la red fruto de la frustación.
Esta era la primera final de Wimbledon para Alcaraz y la novena para Djokovic, que no perdía en esta pista central desde que fue derrotado en 2013 en la final por Andy Murray.
El serbio buscaba además avanzar en su sueño de ganar los cuatro Grand Slams en el mismo año, después de haberse coronado en el Abierto de Australia y Roland Garros.
Pero después de haber perdido contra él en semifinales en París en junio debido a los nervios, el español había dicho que esta final no era “el momento de tener miedo, hay que ir a por ello”.