Estudios científicos evidencian que combustión del tabaco genera 4 mil sustancias potencialmente tóxicas para la salud.
Con el fin de reducir los impactos negativos del tabaquismo en nuestro país y animar a los fumadores a optar por una alternativa para dejar de fumar, la Asociación de Vapeadores del Perú (ASOVAPE) hace notar las diferencias que existen entre el humo del cigarrillo tradicional y el vapor que emiten los vapeadores.
Esta afirmación se encuentra fundamentada en evidencias científicas de reconocidas instituciones, entre las que destaca el estudio realizado por el Instituto de Salud Pública de Inglaterra, que concluye que los vapeadores son 95% menos nocivos que los cigarrillos convencionales, señala el presidente de ASOVAPE, Jorge Palma.
“Existe un prejuicio y desinformación sobre los vapeadores, pues se considera que son lo mismo que los cigarrillos; sin embargo, países como Inglaterra, Suecia y Nueva Zelanda han reducido sus tasas de tabaquismo utilizándolos como una herramienta para dejar de fumar. Esto es porque el humo del cigarrillo es el que causa el verdadero daño y es distinto al vapor de los vapeadores, desde la ASOVAPE queremos compartir con las personas esta información para poder reducir en nuestro país el tabaquismo, que es el verdadero enemigo de la salud pública”, precisó Palma.
Ante esto, el doctor Diego Verrastro, médico y representante de la Red Latinoamericana de la Asociación de Daños al Tabaquismo (RELDAT), nos indica 3 diferencias entre el humo del cigarro y el aerosol que emiten los vapeadores:
1. Humo vs. Vapor: El humo se produce a partir de la combustión o quema de una materia vegetal, en el caso de los cigarrillos, del tabaco. El humo contiene más de 4 mil sustancias potencialmente tóxicas y cancerígenas, entre ellas amoníaco, dióxido de carbono, monóxido de carbono, propano, metano, acetona, cianuro de hidrógeno entre otros.
El vapor que se produce en el vapeo es el resultado de calentar un líquido, es decir, que pasa de un estado líquido a uno gaseoso y así se produce el vapor. Este líquido contiene glicerina vegetal, propilenglicol, saborizantes, y también puede tener o no nicotina. El vapor emitido por un vapeador tiene una composición totalmente diferente en sus componentes porque no hay combustión.
2. Toxicidad: La emisión del humo del cigarrillo tradicional genera sustancias con altos picos que están por encima de los niveles tóxicos permitidos.
El vapor de los vapeadores contiene algunas sustancias, cuyos trazos están muy por debajo de los niveles tóxicos, haciéndolo menos nocivo que el humo procedente de la combustión del tabaco.
3. Fumador pasivo: El humo generado de la combustión del tabaco en el cigarrillo tiene efectos sobre el fumador y también sobre las personas en su entorno, los denominados fumadores pasivos.
En el caso del vapeo, no existen vapeadores pasivos, ello debido a que las personas situadas cerca de una persona que vapea, inhalan cien veces menos nicotina que un fumador pasivo, como señala un estudio realizado por el departamento de Láseres y Haces Moleculares del Instituto Multidisciplinario de la Universidad Complutense de Madrid.
Finalmente, Jorge Palma señaló que los cigarrillos y los vapeadores son productos diferentes, por ello desde ASOVAPE se aboga por una regulación diferenciada, sustentada en evidencia científica, que tome en cuenta los distintos impactos que tienen estos productos.