Especialista de Psicovive destaca los beneficios de enseñanza en niños de 0 a 3 años.
Un niño que lleva estimulación temprana tiene una mejor relación e interacción, un mejor lazo con las personas que lo rodean y una mejor comunicación.
Para Katherine Lastra, licenciada en psicóloga del Centro Psicovive, brindarles estimulación temprana a los niños incluso desde recién nacidos les aporta muchos beneficios.
Potencia mejor sus habilidades, fortalece sus procesos cognitivos como concentración y memoria. Crear un mejor lazo con los padres y a nivel social ayuda a gestionar adecuadamente las emociones. A nivel motor, se realizan ejercicios para que pueda llegar a cumplir ciertos patrones mientras van creciendo como: levantar la cabeza, gatear, caminar, entre otros.
La psicóloga Lastra, especialista en estimulación temprana, indica que la diferencia entre un niño que recibe terapia de estimulación temprana en comparación a un niño que no recibe este soporte, es notoria.
Indica que un niño que no ha llevado ninguna estimulación cumple lo que es parte de su desarrollo, mientras el niño que lleva estimulación temprana duplica las bases esenciales con que todo niño nace y sobre todo ayuda a que más adelante pueda desenvolverse en diferentes situaciones.
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Lastra recomienda aprovechar cuando se les cambia para hablarles, hacerles gestos, hacerles sentir texturas por la piel, etcétera, como máximo 15 minutos.