En cinco días 15 personas fueron asesinadas por sicarios a sueldo. El negocio de la muerte crece en la capital.
“El sicariato se convirtió en un negocio más rentable para la delincuencia en Lima. Solo piden una foto y donde para la víctima para matarla. Los asesinos pueden cobrar 500 o 1,000 o 10,000 soles depende de a quien quieres matar”, señala un oficial de la Dirincri.
Desde el asesinato de seis personas, entre ellos dos menores de edad en San Miguel, hasta la matanza de dos trabajadoras sexuales en Puente Piedra e Independencia, al menos 15 personas murieron en circunstancias violentas.
La jornada “violenta” inició la madrugada del lunes, 6 de febrero, con el asesinato de un joven de apenas 19 años en la asociación de vivienda Los Claveles Bajos, en Manchay.
Los vecinos señalaron que Frank Ignacio Misaico Palomino fue asesinado a balazos por dos delincuentes.
Misaico Palomino regresaba de jugar fútbol en una loza deportiva cuando los asesinos lo persiguieron en una moto y le dispararon a quemarropa.
Dos días después del séxtuple asesinato en San Miguel, Lima amanecía con la noticia del asesinato de un hombre a manos de sicarios, en las inmediaciones del Mercado 21 de Julio, en la zona de Huaycán.
La madrugada del 9 de febrero, un hombre de unos 30 años fue asesinado a balazos por presuntos sicarios, entre los cementerios Santa Rosa y El Sauce, en San Juan de Lurigancho, después un mototaxista fue asesinado a balazos en la calle 22, en el asentamiento humano Villa Los Reyes, en Ventanilla.
ALGO MÁS
MATAN A TRABAJADORAS SEXUALES
El jueves 10 de febrero, dos trabajadoras sexuales fueron asesinadas a balazos en distintos crímenes, ocurridos en los distritos de Puente Piedra e Independencia, al norte de la capital.