Germán Alarco
Profesor de la Universidad del Pacífico
La semana pasada presentamos un conjunto de elementos que contribuirían a explicar la actual crisis social y política en una perspectiva que intentaba ser sistémica. Hemos recibido varios comentarios en el sentido de que no consideramos la significativa indignación de ciertos segmentos de la población en algunas de las diferentes regiones del país. Asimismo, que nuestra mirada minimizó el rol del modelo neoliberal como factor explicativo de la crisis.
Al respecto, debemos señalar que esta indignación y resistencia fue anotada y que se acrecentó por la respuesta oficial ante las manifestaciones que generaron el desafortunado desenlace en términos de fallecidos que todos conocemos. Por otra parte, esas brechas en cuanto a la prestación y calidad de los servicios públicos de las diferentes regiones respecto de la Lima se deben tanto a un abandono estructural como, en el caso de las zonas urbanas a una retirada del Estado en la prestación de diversos servicios, mismos que se dejaron a manos del sector privado por la lógica neoliberal.
Salvedades
Debemos aclarar, al igual de lo que se hizo con el diagnóstico, que aquí no se debe esperar un conjunto de propuestas totalmente articuladas, sino más bien algunos elementos sueltos. La velocidad con la que se producen los acontecimientos puede convertir en inútiles nuestros comentarios; asimismo algunos de estos pueden sonar triviales, pero mejor es señalarlos que omitirlos. Por el momento, solo nos referimos a respuestas articuladas desde el Estado.
Para continuar con la lectura visita nuestra sección impresa: Diario Uno | Sábado 11 de febrero del 2023