Aquí mando yo y Dina no está secuestrada. Eso es lo que pareció decir ayer el presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, al referirse a las expectativas por que el Congreso al fin apruebe el adelanto de elecciones.
Aunque una vez más evitó precisar que el adelanto debe ser aprobado para el 2023 como demanda la población movilizada, el jefe del “Gabinete de la muerte” señaló que la aprobación de esta medida será una salida democrática a la crisis que atraviesa el país.
Bajando el tono a las posibilidades de presentar una cuestión de confianza al Congreso para este fin, Otárola dijo que “no van a encontrar en el Ejecutivo sino a una idea consolidada para buscar salidas por aproximaciones sucesivas a esta grave crisis que está atravesando nuestro país” (?).
Luego, dejó sin piso a la presidenta Boluarte, que el domingo había anunciado que “de no prosperar el adelanto de elecciones al 2023 el Ejecutivo estará presentando inmediatamente dos iniciativas legislativas con carácter de urgencia: la primera, una reforma constitucional para que las elecciones generales sean indefectiblemente este año 2023, la primera vuelta en octubre y la segunda en diciembre”.
Además, Boluarte anunció otra reforma para “zanjar de una vez por todas el debate sobre las reformas de la Constitución”. Con un salto de garrocha por encima de las demandas por una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Constitución popular, plurinacional y paritaria, Boluarte planteó que la próxima Comisión de Constitución del Congreso sea la que analice y apruebe las reformas pertinentes.
Aún con estas graves concesiones, el mensaje de Boluarte no parecería ser del agrado del premier Otárola, a la sazón quien lidera el pacto político con las bancadas de ultraderecha que dan soporte a este gobierno.
“Esta idea contempla única y exclusivamente cualquier reforma a través de la comisión de Constitución del futuro congreso, no contempla bajo ningún aspecto la posibilidad de una Asamblea Constituyente. Esta idea, como dijo la presidenta, sigue siendo debatida, y aún no ha sido aprobada formalmente por el Consejo de Ministros porque está siendo retroalimentada por los ministros de Estado”, dijo.
No satisfecho con ello, Otárola agregó que el gobierno va a trabajar para que “las reglas económicas sigan siendo estables bajo el modelo que actualmente ha permitido que nuestro país sea exitoso y nos convierta en los líderes de América Latina”.
Acaso motivada por las constantes faltas de respeto a la presidenta, la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, también se permitió hablar por quien se supone es la jefa de Estado, y aseguró que una renuncia suya “no es una opción”.
A PASO DE TORTUGA
De otro lado, el Congreso, gran responsable de aprobar el adelanto de elecciones para 2023 y de ese modo bajar la presión de la indignación social, aprobó la reconsideración para el proyecto que propone adelantar el proceso electoral para este año, presentado por el presidente de la Comisión de Constitución, el fujimorista Hernando Guerra García.
Cabe mencionar que la reconsideración fue aprobada a duras penas con 66 votos a favor, 49 en contra y 6 abstenciones.Los grupos parlamentarios de Renovación Popular, Perú Libre, Bloque Magisterial, Perú Bicentenario y Acción Popular votaron en contra, mientras que los cinco integrantes de Perú Democrático lo hicieron en abstención.
En cuanto al proyecto a debatir hoy desde las 11:00 a.m., el periodista Martín Hidalgo difundió un borrador del texto sustitutorio donde se consigna que la nueva propuesta plantearía elecciones recién en diciembre 2023 y no en octubre como planteó la presidenta Boluarte, por lo que las nuevas autoridades asumirían en abril del 2024.
Además, se consideraría que las próximas elecciones generales serían “complementarias”, lo que permitiría a los actuales legisladores poder postular nuevamente.
¡QUÉ TAL COMBINADO!
En medio de los cuestionamientos a las bancadas de izquierda, que con excepción de Cambio Democrático – Juntos por el Perú, todavía condicionan su voto a favor del adelanto de elecciones a que se incluya el referéndum por la Asamblea Constituyente, se conoció ayer que el excongresista nacionalista y actual asesor de la bancada de Perú Libre, Josué Gutiérrez Condor, se reunió con el presidente de la Comisión de Constitución, Hernando Guerra García, y con el excongresista fujimorista Miguel Ángel Torres, quien ocupa un rol dirigente dentro del partido de Keiko Fujimori,
De acuerdo al reportero gráfico John Reyes, la reunión tuvo lugar en un chifa y duró aproximadamente 15 minutos. Además, también participaron de ella los asesores fujimoristas Alberto Pinto Cáceres y Jaime Abensur Pinasco.