El expresidente investigado por corrupción formó fórmula con su hermano Mario para las primarias de su partido Perú Primero, mientras espera que la Corte IDH suspenda las sanciones que le impiden postular
Martín Vizcarra no abandona su intención de regresar al Palacio de Gobierno. El expresidente, investigado por corrupción y con tres inhabilitaciones vigentes, ahora busca volver como primer vicepresidente en una fórmula que encabeza su hermano Mario Vizcarra.
La jugada política queda registrada en la Resolución Nº 010-2025-TENA/PPPP del Tribunal Electoral Nacional Autónomo de Perú Primero, el partido que el propio Vizcarra fundó y lidera. El documento aprueba a trámite la fórmula presidencial para las elecciones primarias, pero deja en suspenso su formalización hasta que la Corte Interamericana de Derechos Humanos decida sobre la solicitud de medidas cautelares que Vizcarra presentó en julio para anular sus inhabilitaciones.
La estrategia familiar
La fórmula presidencial la completa Judith Mendoza Díaz como segunda vicepresidenta. Los hermanos Vizcarra encabezan así una apuesta familiar que depende de una decisión internacional. El Tribunal Electoral del partido estableció que el trámite de inscripción de Martín Vizcarra quedará condicionado a que la Corte IDH emita una resolución favorable dentro del plazo para formalizar candidaturas ante los Jurados Electorales Especiales.
La resolución advierte que si la decisión no llega a tiempo o resulta desfavorable, Vizcarra deberá ser reemplazado por el accesitario correspondiente. Según estimaciones, la respuesta de la Corte IDH debería conocerse en los próximos días de octubre.
El peso de tres sanciones
Las inhabilitaciones que pesan sobre Vizcarra no son menores. La primera llegó en 2021 por el caso ‘vacunagate’, cuando se reveló que él y su esposa recibieron vacunas contra el COVID-19 de manera irregular. Esta sanción le impide ejercer cargos públicos por 10 años.
La segunda inhabilitación data de 2022 y dura cinco años por presuntos actos de corrupción cuando fue ministro de Transportes entre 2016 y 2017. La tercera llegó en 2025, con una inhabilitación de 10 años por el cierre del Congreso que ordenó en 2019. Pese a este escenario, el expresidente mantiene activa su estructura partidaria y sus aspiraciones de retorno al poder.



