Niega su propio domicilio ante la JNJ y queda en evidencia por maniobras dilatorias.
Rospigliosi la tilda de “desquiciada” y Gálvez suma nuevas denuncias por desacatar al TC.
La Junta Nacional de Justicia (JNJ) sesionará hoy para definir si suspende a
la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, en el marco del proceso disciplinario abierto por presuntas irregularidades en el ejercicio de sus funciones. La medida, de aprobarse, la apartaría del cargo hasta por seis meses mientras
duren las investigaciones.
Espinoza enfrenta cuestionamientos por no haber acatado una resolución que ordenaba la reposición de Patricia Benavides como fiscal suprema titular y por negarse a dejarle la jefatura del Ministerio Público. A ello se suman acusaciones de avocamiento indebido y usurpación de funciones, que motivaron la propuesta de suspensión presentada por la consejera María Teresa Cabrera.
El caso se ha complicado aún más por sus enfrentamientos con la propia JNJ
y con el Congreso. En los últimos días, el fiscal supremo Tomás Gálvez presentó una nueva denuncia en su contra por incumplir un fallo del Tribunal Constitucional que ordenaba su reincorporación. A la par, parlamentarios la señalan por exceder sus atribuciones y desobedecer la Constitución.
La controversia creció también con el episodio de su notificación en La Molina: aunque Espinoza registró esa dirección en Reniec y en escritos recientes, negó vivir allí cuando la JNJ intentó entregar la resolución que abre su proceso. El hecho fue interpretado como una maniobra para retrasar el
procedimiento.
En medio de estas tensiones, Espinoza sorprendió al presentar un escrito ante el Poder Judicial pidiendo la ilegalización de Fuerza Popular y la cancelación de
su inscripción. El recurso fue visto como un movimiento político extremo y como un intento de desviar la atención de sus propios problemas.
La audiencia de hoy será decisiva para su futuro inmediato. Si es suspendida, Espinoza quedará apartada de toda función fiscal y de representación institucional, lo que abriría un nuevo capítulo en la crisis que atraviesa el
Ministerio Público.
Espinoza se aferra al cargo pese a denuncias y dudas sobre su estabilidad
El comportamiento de la fiscal de la Nación ha sido calificado como errático e incluso “desquiciado” por el congresista Fernando Rospigliosi, tras sus amenazas contra la JNJ y su negativa a acatar resoluciones. A las denuncias de usurpación de funciones y maniobras dilatorias se suma la percepción de un
deterioro en su estabilidad emocional.
Pese a la pérdida de respaldo institucional y al inminente riesgo de suspensión, Espinoza insiste en victimizarse y en denunciar supuestas presiones políticas. Sin embargo, cada vez más voces cuestionan si se encuentra en condiciones de sostener un cargo de tanta responsabilidad.