
Por años, las calles limeñas han sido escenario de innumerables sonidos: bocinas, murmullos, pasos apresurados. Pero en los años 90, uno en particular comenzó a destacar: las melodías vibrantes de un teclado digital interpretadas por un joven que creía firmemente en que la música podía transformar el día más gris en iluminada feria.
Ese joven era Moisés Ataucuri García, artista, compositor y pionero de las orquestas digitales en Perú. Su historia es la de un músico que convirtió la adversidad en arte y la calle en escenario. Nacido en Comas, Lima, su vocación musical se manifestó desde niño, cuando ya intuía que su vida estaría ligada a los sonidos y las emociones que estos despiertan.
Cuando otros huían de los efectos del «shock económico» fujimorista, Moisés tomaba su teclado y lo llevaba a los restaurantes, plazas, centros comerciales y esquinas, convirtiendo cada espacio en un escenario improvisado. Sus presentaciones callejeras no solo llamaban la atención, generaban encuentros, gente que se detenía, se emocionaba, se quedaba. Su fama llegó hasta los medios masivos y los diarios de la época lo llamaron el Clayderman peruano.
Ejemplo de autogestión y creatividad
Su estilo melódico, accesible y emocional ha inspirado a músicos independientes que ven en él un ejemplo de autogestión y creatividad. Ese aporte fue sustancial para las nuevas generaciones de artistas del pueblo que incorporaron el teclado electrónico en sus presentaciones, así surgieron una generación de tecladistas de la calle y luego muchos terminaron formando las numerosas orquestas digitales de barrio.
Compositor sin límites
Hoy, Moisés es reconocido como un compositor prolífico, ha escrito baladas, boleros, sayas, cumbias, huaynos, etc. Tiene temas como Seguirás o me dejarás interpretados por artistas de la calidad de Briyit y su banda o Munaya del Cusco. Con su tema Olvídame Corazón, interpretado por la cantante Aklla Kristel, su música cruzó fronteras y se integró al género bachata, demostrando que la creatividad no tiene límites geográficos.
Jingles publicitarios
Actualmente se dedica a crear jingles publicitarios —esa pequeña forma musical que él convierte en arte— y también exhibe su talento como tecladista en recepciones sociales importantes.
En un mundo donde las grandes disqueras suelen dictar el rumbo de la música comercial, Moisés construyó su camino con teclas, pasión y sencillez. Su influencia no está en premios ni en titulares, sino en los miles de oídos que alguna vez se detuvieron a escucharlo en medio del ruido cotidiano de las calles limeñas.
