El amor poético de Teodoro revela en versos crudos el desgarro amoroso, la crítica social y los rituales ancestrales del Perú profundo. El poeta tarmeño Teodoro Morales, reciente ganador del Premio Palabra en Libertad, expone desigualdades de clase, erotismo sagrado y la sombra de la muerte en su obra premiada.
Por José Beltrán Peña
Siempre nos ha llamado la atención cuando leemos un poemario de un poeta de nuestras bellas y hermosas provincias (Perú profundo), más aún si es de origen andino, y no es que desmerezcamos su valía sino que al contrario, resaltamos la manera de su comunicación puesto que es distinta a la de un poeta de la costa o de la selva, por ejemplo, cuando hablamos de amor y de sus dos caras, porque de una u otra manera al poeta, su entorno, cultura, hábitat. Idioma, costumbres, clima, ritos, valores, etcétera), influyen al momento de escribir sus poemas.
Por lo dicho, nos ha causado una gran satisfacción leer del tarmeño, Teodoro José Morales de la Cruz su poemario, MURIENDO DE TI, que tiene como aura central lo referido al amor en todos sus colores y fases, (amor / desamor), pero también cuando está presente en el silencio, en el grito, en el recuerdo y en la muerte. Recreando su propio existir y colorea su paso como cazador de imágenes con planteamientos filosóficos y sociológicos.
Veamos algunas aristas del libro:
a) Nuestro poeta en su libro, tiene bellas imágenes amatorias que conjugan con la de sus lectores, aún en la nada:
Tú… me ayudaras a encontrar- nombre a mi silencio.
b) La muerte es una de las temáticas que es especial y muy trajinada en el arte, Teodoro, ha enmarcado el proceso final, solo para los elegidos:
recordando sueños-nos vamos acercando a ese punto de partida, para recomenzar el viaje… y, hacernos viejo inmemorialmente.
c) Hay brotes de un erotismo especial, por ejemplo, uno de los más bellos es el movimiento in crescendo de su rito en los vaivenes de la pasión:
Entre más pierde su miedo-más danza (ella) en ese fuego. / Así, se quita- esa (su) piel de encima-hasta dolerse abajo; / y termina…por creer (no sé- si por joder o / por cansancio / que, el Búho, no es el monstruo agorero de la muerte-sino Dios.
d) El pecado a luz del deseo carnal:
Diz que sí / Diz que no… bien que quieren comer, esa fruta.
e) La imagen del primer beso, de un amor puro y cristalino, realizado sin ningún contrato o interés:
el beso- que se le roba a la primera chica que / tienes; eso, no se olvida-siempre vive en uno, / está llenando de ilusión…nuestros días grises.
f) Aunque no lo crean, sigue vigente el siguiente malestar social, y nos lo recuerda, para seguir o marcar la retirada de un sueño de amor:
Había un abismo, / entre ella y yo: / clases sociales!
g) Apunta la virginidad añorada para casarse, que antes era un gran requisito de amor, sobretodo en el Perú profundo, trayendo muchos dolores de cabeza y traumas cuando se daba la perdida antes del matrimonio:
No le importo el “que dirá mamá, cuándo se entere”: / (pobre paloma- aquella, que vuela en una estampa). / ¡No podrá vestir de color blanco, su perdida pureza!
h) Por la santa locura de amar todo enamorado, el nombre de la amada queda impregnado en nuestros oídos, en nuestra piel, en donde no importa el nuestro ni de nadie más:
Hizo a que se encienda-esa luz que hay en el ser vivo. / Es como un sol profundo en cuyos ojos arde el fuego; / Su nombre…lo aprendí a pronunciar como si fuera el mío.
i) Nuestro poeta exalta e ironiza la belleza de la amada y la corrobora al amanecer después de un amoroso encuentro hasta el cansancio:
Cuida que nadie la vea-recién salida de la cama. / Tiene temor…a que, la encuentren en esa facha; / a esa hora-se le caen, esos afeites que ella usa / para verse bonita, / todo le chorrea como manteca sucia-por la cara, / que cosas se ve… en estos tiempos de espanto. / No quiere que la vean sin el disfraz, que se pone.
j) La maldita muerte llegará como toda doncella, terca y engreída, y no se le puede decir no:
Es la MUERTE. / No es quisquillosa… ni engreída; / siempre llega… a la hora debida. / No acepta que le digan, “regrese”
k) La soledad del artista en la creación y en su vivir, se convierte en la mejor y fiel compañera:
Escribo- desde la soledad donde se asila el miedo. / He llamado más de una vez… a esa puerta, que es / como una casa deshabitada donde vive el silencio, / en el que habito como un loco…a la sombra de un pasado- que sin darme cuenta, siempre acompaña.
l) Los recuerdos siempre nos iluminarán y nos despertarán ya sea despierto o durmiendo:
Una luz que asoma-como un sol en la noche…hasta mi cama.
Es algo como una obsesión- que se mete hasta en mi sueño.
m) Nuestro poeta, abarca los rostros mágicos de los misterios y sus entuertos, e inclusive enmarcado con los silencios de Dios:
La vida está llena de misterios…que nadie alcanza a descifrar; / el animal llamado hombre se desvive queriendo llegar a la verdad e todo… pero, nadie asomo a ella. / Dios, no ha dicho hasta cuándo no dirá lo que sabe.
n) Sabe lo importante que es la libertad del ser humano en todas las facetas de la existencia, válido en los linderos del amor y del desamor en sus respectivos tiempos
Hay que vivir con libertad…dejar, que la conciencia hable; / sentir que la felicidad, y la gloria…es obra de uno mismo: / No siempre fue triste/ la vida… si fuera así, no sería justo.
ñ) Les da una llamarada a los falsos religiosos que solo buscan a Dios cuando no quieren estar en las llamas sino en el paraíso eterno:
La vida es una ruleta-que gira/se detiene, donde menos esperas. / Todo asusta. / Buscamos a Dios/ solo, para no arder como leño- en un infierno.
o) Para concluir sentencia: el amor que se profesa a una mujer es indescriptible, pero puede ser dulzura o un bello hechizo, con miles de interrogantes que al final no importan:
El amor de la mujer… es dulzura pura; / Es puro hechizo-hace la eternidad en uno; / para ella, vivimos- sin siquiera saberlo.
MURIENDO DE TI, es un poemario de amor-desamor, que nos toca, nos recuerda y nos hace vivir y revivir, con la realidad en todos sus tiempos y con el rigor de la meditación y el sueño que todavía podemos poseer, ya sea en el silencio o en el alboroto de las sábanas con nuestra amada o musa o nuestra propia sombra.
Teodoro J. Morales, aparte de ser un poeta sanmarquino de estudios y hombre de leyes, también podemos destacar su buen desempeño en el campo de la bibliografía y animador cultural,; además destaca en el mundo de la crítica y de la historia literaria, con atinados artículos que desasnan no solo a sus lectores de nuestro país sino también fuera de nuestras fronteras, que en otro momento lo comentaremos.
Teodoro J. Morales, recientemente ha recibido el Premio PALABRA EN LIBERTAD de la Sociedad Literaria Amantes del País.