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Machu Picchu: Saturación, descontrol y advertencias de la Unesco

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Machu Picchu en crisis saturación, descontrol y advertencias de la Unesco

El portal Travel and Tour World incluyó a Machu Picchu en una «lista negra» global por mala gestión, altos costos y daño al patrimonio.

Machu Picchu, el principal destino turístico del Perú, enfrenta una crisis que va más allá del sobreaforo. Un informe del portal internacional Travel and Tour World lo incluyó en una «lista negra» de destinos famosos que ya no valen la pena por el deterioro ambiental, el caos logístico y la presión del turismo masivo. La Municipalidad Distrital de Machu Picchu calificó esta publicación como «sensacionalista», pero las cifras y advertencias de organismos como la Contraloría y la Unesco respaldan las críticas.

Machu Picchu: Saturación e impacto ambiental 

Entre abril y mayo de 2025, más de 700 personas ingresaron en un solo día a una de las rutas hacia la ciudadela inca, pese a que el límite es de 450. El informe de la Contraloría reveló que rutas como la n.º 5 del Camino Inca llegaron a recibir hasta 695 personas al día, duplicando su capacidad técnica. Este exceso daña estructuras arqueológicas y afecta el ecosistema. La Unesco ha reiterado su preocupación y podría incluir a Machu Picchu en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro si el Estado peruano no responde con medidas concretas.

Machu Picchu: Entradas, caos y propuestas criticadas 

La gestión de accesos también está colapsada. Existen denuncias de corrupción interna, reventa informal de boletos y una fuerte presión política para aumentar el aforo. El Ministerio de Cultura propuso permitir el ingreso de hasta 27 mil visitantes diarios con boletos de S/35 y una estancia máxima de una hora. La iniciativa recibió críticas de gremios turísticos y expertos por priorizar volumen antes que conservación.

Crisis en Aguas Calientes 

En la ciudad de Aguas Calientes, punto de acceso a la ciudadela, los precios de hoteles, transporte y alimentación han subido. Turistas nacionales y extranjeros denuncian caos, largas colas y una experiencia alejada del atractivo espiritual que Machu Picchu promete. La situación refleja cómo la presión por captar ingresos rápidos está destruyendo un bien patrimonial.

Respuesta municipal

La Municipalidad de Machu Picchu defendió su gestión con un comunicado en el que asegura que el ingreso está regulado según criterios técnicos del Ministerio de Cultura y la UGM, y que el aforo diario permitido es de 4,500 personas, ampliable a 5,600 en temporada alta. Según la comuna, las denuncias de saturación son «casos puntuales sacados de contexto» y acusó intereses internacionales de querer dañar la imagen de uno de los patrimonios más valiosos del país por «fines comerciales o geopolíticos».

El conflicto entre la narrativa oficial y los hechos documentados por entidades de control y organismos internacionales evidencia una profunda crisis de modelo turístico, donde el afán de lucro parece imponerse sobre la protección del patrimonio.