Delincuentes protagonizaron un ataque a balazos que dejó un muerto y una sobreviviente en el Barrio Chino; la PNP investiga un posible ajuste de cuentas.
Un ataque armado en el Barrio Chino del Cercado de Lima dejó un saldo fatal la madrugada del martes. Julio Enrique, de 25 años, murió tras recibir tres impactos de bala luego de salir de una agencia bancaria junto a su pareja, Antonela Beson Campos. La Policía investiga el crimen como un posible ajuste de cuentas.
Ataque directo y sin robo en el Barrio Chino
El hecho ocurrió alrededor de las 12:40 a.m., en la intersección de la calle Capón con el jirón Paruro, pleno Barrio Chino. Julio Enrique y Antonela Beson Campos acababan de retirar dinero de un banco y se disponían a subir a su motocicleta cuando dos delincuentes los interceptaron y dispararon hasta 14 veces sin advertencia previa.
Los criminales, que llevaban mascarillas y también se desplazaban en una motocicleta, esperaron a la pareja afuera del banco. Apenas cruzaron la puerta, abrieron fuego en un ataque directo y letal. Julio Enrique recibió tres disparos: uno en el rostro, otro en el abdomen y el último en la pierna. Aunque fue trasladado al Hospital 2 de Mayo, llegó sin vida.
Antonela logró escapar corriendo aterrada hasta un casino cercano, donde se refugió. Testigos afirman que los disparos generaron pánico en toda la zona. Las ráfagas interrumpieron la aparente calma del centro limeño y dejaron el suelo cubierto de casquillos y rastros de sangre.
Hipótesis de ajuste de cuentas
El hecho de que no hubo robo y el carácter frontal del ataque han llevado a la Policía Nacional del Perú a sospechar que se trató de un ajuste de cuentas. “Fue un ataque directo, sin intención de robo”, señalan los agentes que se encuentran a cargo del caso.
Agentes de la División de Homicidios y peritos de criminalística llegaron a la escena minutos después para realizar las diligencias correspondientes. Las cámaras de seguridad del lugar ya están siendo revisadas en busca de pistas que permitan identificar a los atacantes.
La investigación está en manos de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri). Mientras tanto, la familia de Julio Enrique exige justicia en medio del dolor y la indignación por lo ocurrido en el corazón del Barrio Chino. La inseguridad ciudadana vuelve a mostrar su rostro más brutal en una ciudad donde los crímenes se repiten con total impunidad.
