Premier Eduardo Arana presentará políticas de gobierno y negociará con bancadas en semana clave para la estabilidad del Ejecutivo.
El premier Eduardo Arana confirmó que su gabinete ministerial solicitará el voto de confianza ante el Pleno del Congreso el próximo 12 de junio. La sesión, pactada para las 9 a.m., marcará el primer gran desafío político de su gestión. El Ejecutivo ya inició coordinaciones con bancadas para presentar sus propuestas y recibir sugerencias, en una carrera contra el tiempo para asegurar los votos necesarios.
Diálogo con bancadas: la estrategia previa al voto
Arana reveló que su gobierno ha cursado oficios a todos los grupos parlamentarios para iniciar rondas de conversación desde el lunes previo a la votación. «Ya coordinamos las solicitudes para que los partidos y congresistas discutan nuestras propuestas y nos hagan llegar sus consejos», afirmó el jefe del Consejo de Ministros. El tono conciliador contrasta con la fragmentación del Legislativo, donde ninguna bancada tiene mayoría absoluta.
El premier agradeció públicamente al presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, por facilitar el proceso. «Su recibimiento demuestra talante democrático», dijo, destacando que ambos acordaron la fecha del 12 de junio para la sesión decisiva.
La jugada política: entre propuestas y negociaciones
El Ejecutivo prepara una agenda pública con sus lineamientos de trabajo, que incluirá prioridades legislativas y reformas clave. «Los oficios ya están en manos de las bancadas», aseguró Arana, subrayando que buscan «exponer, pero también escuchar». La estrategia apunta a reducir resistencias, especialmente entre fuerzas opositoras que condicionan su apoyo a concesiones concretas.
El Parlamento, por su parte, confirmó mediante un comunicado en X (antes Twitter) el protocolo de la jornada: Arana expondrá las políticas generales de gobierno antes de la votación. El ritual democrático ocurre en un escenario complejo, donde el premier necesita al menos 66 votos favorables para evitar una crisis ministerial.
Lo que está en juego
El resultado no solo definirá la continuidad del gabinete, sino la capacidad del gobierno para impulsar leyes clave. Analistas señalan que un rechazo obligaría a una remodelación ministerial o incluso a un cambio de premier, según la tradición política peruana. Arana apuesta por el diálogo temprano, pero el verdadero termómetro será la reacción de bancadas como Fuerza Popular o Perú Libre, históricamente críticas al oficialismo.
La sesión del 12 de junio será transmitida en vivo y podría extenderse horas, con intervenciones de portavoces de cada bancada. Mientras el Ejecutivo insiste en su «voluntad de consenso», la oposición ya exige detalles sobre reformas económicas y sociales. El reloj corre para Arana: tiene menos de una semana para convencer a un Congreso que no le regalará nada.