Su renuncia a la PCM sorprende tras reciente recomposición ministerial
El presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, presentó su carta de renuncia al cargo en una decisión que sacude al debilitado gobierno de Dina Boluarte. Esta salida ocurre en plena crisis de legitimidad, con un Ejecutivo acorralado por el Congreso y tras recientes cambios en el gabinete que no lograron aliviar las tensiones políticas.
La noticia de la renuncia se confirmó este martes. Por la mañana ya circulaban comentarios sobre un posible alejamiento del premier, alimentados por los movimientos en distintas carteras ministeriales. La situación cobró mayor relevancia cuando trascendió que la bancada de Fuerza Popular había decidido buscar su censura.
El anuncio solo confirmó lo que muchos analistas ya veían inevitable frente al deterioro de las relaciones entre el Palacio de Gobierno y el Congreso. Los parlamentarios mantenían en evaluación varios pedidos para interpelar y censurar a miembros del gabinete, incluyendo al propio Adrianzén.
Renuncia en un gobierno en jaque
La dimisión del premier llega en un momento particularmente difícil para Boluarte. Su presidencia enfrenta una serie de crisis políticas que han minado cualquier capital político que pudiera tener.
El Congreso ha intensificado sus ataques contra el Ejecutivo en las últimas semanas. Los legisladores cuestionan constantemente la falta de liderazgo y la poca responsabilidad política frente a decisiones controversiales.
El trasfondo del cambio
Las tensiones aumentaron con el evidente «chocolateo» de cargos en la administración pública. Esta práctica quedó expuesta con la migración del exministro de Transportes, Raúl Pérez-Reyes, quien asumió la cartera de Economía en medio de críticas por el reparto político de puestos.
La renuncia de Adrianzén, apenas horas después de la juramentación de nuevos ministros, revela la profundidad de la crisis. El Ejecutivo parece incapaz de establecer un rumbo claro frente a la presión del Legislativo y el descontento generalizado.
