Proyecto para duplicar utilidades en empresas eléctricas beneficiaría a unos pocos y perjudicaría a millones con alzas en sus recibos.
El Congreso está a punto de aprobar en segunda votación un proyecto de ley que duplicaría las utilidades que las empresas eléctricas reparten a sus trabajadores. Aunque parece una buena noticia para los cerca de siete mil empleados del sector, el impacto real recaerá en el bolsillo de millones de peruanos, principalmente de quienes viven en zonas alejadas, donde el servicio eléctrico ya es precario. Expertos advierten que la medida podría encarecer las tarifas hasta en 4% y generar pérdidas al Estado por más de S/1,300 millones en una década.
Ganancias desproporcionadas
Entre 2013 y 2022, las 16 empresas eléctricas del Estado repartieron más de S/865 millones en utilidades. Esto ya genera sueldos extraordinarios. Por ejemplo, un analista de mediciones que en promedio gana S/6,921 al mes, llegó a recibir el equivalente a 55 sueldos en 2023, sumando S/381,772 en el año, gracias a las utilidades.
A pesar de estos beneficios, el proyecto busca incrementar aún más el reparto. La propuesta, lejos de cerrar brechas sociales, ampliaría la desigualdad y trasladaría los sobrecostos a la mayoría de usuarios de electricidad.
Subida de tarifas para los usuarios
El exviceministro de Energía, Arturo Vásquez, advirtió que el incremento de las utilidades generaría un alza de hasta 4% en el costo de la electricidad. «El problema de esta propuesta, que suena como un tema de justicia social, es que beneficia a pocos trabajadores, pero perjudica a millones de peruanos», explicó. Vásquez también alertó que el Estado podría terminar perdiendo S/1,300 millones en diez años.
Así, si un usuario paga hoy S/100 por su recibo de luz, tras la aprobación de esta norma debería desembolsar S/104, sin haber mejorado en absoluto el servicio recibido.
Un golpe silencioso a las zonas más vulnerables
El impacto será especialmente fuerte en las zonas rurales y alejadas, donde el suministro eléctrico es limitado y el sobrecosto resultaría aún más difícil de asumir para las familias.